ᗷᗩᗰᗷI

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Sʅҽҽρყ ƙιʂʂ

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❝Yo creo que el amor es eso, pero nadie me comprende... Para cierto tipo de personas el amor surge de un pequeño detalle, si no, no surge.❞

—Tokyo Blues (Norwegian Wood).

Yoruichi sabía desde siempre, que Soi Fong padecía de insomnio.

Era más o menos de esperarse, era incluso inevitable. Desde una edad extremadamente corta Soi Fong había sido habituada a madrugar, a veces a horas imposibles tan sólo para someterse a un entrenamiento despiadado siempre con el mismo fin, hacerse más fuerte, pero buscando objetivos distintos. En un inicio lo hacía para proteger a la noble morena, más tarde lo hacía para superarla y tener al menos una oportunidad de vencerla si se llegaban a encontrar. Y en general ya se había acostumbrado tanto a madrugar, que cuando despertaba en mitad de la noche por una pesadilla, terror nocturno u otra cosa, suspiraba y se ponía de pie porque sabía que no podría volver a dormir.

Yoruichi lo sabía, pero no supo hasta muchísimo tiempo después de que retomaron el contacto, que Soi Fong también sufría parálisis del sueño, y que después de eso tenía tendencia a sufrir ataques de pánico.

Lo descubrió una noche en la propia tienda de Urahara cuando ella estaba de visita. La mujer morena se había colado en mitad de la noche en su forma de gato en el futón de la capitana para dormir, puesto que el cómodo calor del cuerpo de la chica era una tentación demasiado fuerte para poder ignorarla, y de la misma manera había dormido como un gatito bebé gran parte de la noche. Pero había despertado puesto que, sus sensibles oídos felinos captaron unos sonidos ahogados, como de gritos siendo silenciados, y cuando alzó perezosamente la cabeza sólo interesada en el origen de ese sonido se sobresaltó al toparse con los ojos plateados de Soi Fong completamente abiertos, casi a punto de salirse de sus órbitas, mientras que con los labios sellados, soltaba aquél ruido ahogado de antes, como si intentase gritar y no terminase de salirle la voz. Pero su cuerpo estaba inmovil.

En ese momento no había comprendido lo que le estaba pasando a su antigua pupila, pero el miedo en la mirada de Soi Fong había sido más que suficiente para hacerla activar todas las alarmas. Se convirtió en humana ignorando por completo la reacción de la otra chica al toparse con la vista de sus pechos desnudos, se apresuró a sentarse en la parte de arriba del futón junto al torso de Soi Fong y ella misma la alzó entre sus brazos sin que la joven se resistiera en lo absoluto. La aparente parálisis en la que Soi Fong se hallaba atrapada desapareció de un momento a otro y durante el resto de la noche Yoruichi sólo pudo sostener en sus brazos a su sucesora que lloraba a mares y parecía tener miedo de volver a acostarse.

♡◦◦≫ᑭEᗩᑕᕼ≪◦◦♡ YOᖇᑌᔕOIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora