Capítulo O8

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─¿Dejarás de llorar? O ¿tengo que-...?

─¡Cállate!

Guardé silencio. JungKook no ha querido soltarme y mi chaqueta sufre aquellos mocos de él. Suspiré, aunque me sentía tranquilo en sus bracitos y besos en toda mi piel, no lo iba admitir.

─Mi pollito.

Otra vez su cursilería. JungKook, ¿podrías dejar de ser una ternura para mí? Gracias.

─Ya te dije que estoy bien.

Estoy perfectamente bien.

Tenía un ojo hinchado, aún podía ver bien, y golpes en mi mejilla que dejaron un hematoma. Recibí unas punzadas en mi labio y duele un poco. Que difícil es hablar, maldita sea.

─J-JiMinie...

Me contuve a rodar los ojos. Me giré al verlo, sostuve ese cachetito húmedo por las lágrimas debido a mi culpa, aunque él piense que soy un imbécil inexpresivo, estoy conteniendo las ganas de besarlo hasta cansarme y morder cada lugar de su hermoso cuerpo.

Ah, no puedo pensar eso en este momento.

─Hyung, no me gusta que termines golpeado. ¿Qué sucedió esta vez para q-que termines así?─. JungKook sorbo su nariz, enterró su carita en mi cuello. No quise apartarlo por los malditos nervios que sentí.

─JungKook, ya te dije que no es asunto.

─¡Ya sé! ¡Pero me preocupo por ti, JiMin!─. Él gritó molesto, secando sus lágrimas inútilmente porque igualmente caían─. Me preocupo mucho por ti. Aunque yo no te importe, quiero cuidarte. Por favor...

Ese lindo calor cobijó mi cuerpo, a pesar de lo imbécil que puedo llegar a ser, JungKook no deja de ser un ángel en mi vida. Su hermosa carita en lágrimas, su blanquecina piel carmesí por el sollozo y sus manitos tímidamente buscaban entrelazarse con las mías.

JungKook, haces que caiga más por ti y eso es... imposible. Es extraño porque me encanta, y me asusta que en algún te vayas por como soy, tal vez no sepa cuidar bien tu corazón. Y me asusta.

Si no arriesgo, no gano. Apreté mis labios, JungKook mantenía su carita cabizbaja y sostuve sus cachetitos, él me miró confuso. Pero eso cambió a uno sorprendido en cuanto me acerqué...

Estábamos en la enfermería, sólo nosotros.

JungKook había querido sentarse junto a mí, no lo negué. Ahora, mientras esos lindos ojitos que vi la primera vez miraban los míos con adoración. Realmente quise besarlo, más no lo hice... y besé su frente.

Nos quedamos un momento así.

Sus brazos me envolvieron y mis besos bajaron con lentitud por sus ojitos cerrados, JungKook parecía nervioso, tímido. Con mi zurda, agarre su mentón y él me miró, nuestras bocas estaban tan cerca. Nuestra respiración parecía mezclada.

─... Ya no estás llorando─. Mostré mi sonrisa, él se sonrojo. Adoro verlo sonrojado por mí─. Solo abrázame, JungKook.

... no evite reírme al pequeño chillido que soltó, su aroma nos envolvió y me centré en tenerlo en mi pecho, me sentía más tranquilo si lo tengo cerca.











¡hey, gigante! › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora