¡hey, gigante! › jikook.

Capítulo 31

─Qué imbécil de tu parte.

─Ajá.

─¿Y JungKook?

Mierda, ¿por qué lo mencionas ahora?

─No sé nada de él, Yoons─. Le había contado a Yoongi de aquel suceso y Taehyung como todo Omega chismoso, me dio una bofetada. Sí, Taehyung se había encariñado con JungKook sin conocerlo─... Solo fue un beso. Además, era obvio que el tipo noto de primera, que no es mi Omega.

─Bueno, pero no te salvas... Le contaré a ese chico JungKook que te besaste con otro.

Yoongi se carcajeó y lo perseguí mientras él corría amenazandome. Ya habíamos cerrado y éramos los únicos que estábamos allí, excepto Taehyung quien lavaba los últimos utensilios sucios en la cocina.

─¡Deja de correr, idiota!

─¡Ya, era mentira, JiMinie!

Logré atraparlo, ambos caímos al suelo mientras reíamos y Yoongi ya estaba llorando por mis cosquillas.

─¿Guardarás silencio, eh? ¿Guardarás un secreto, Yoons?

Él asintiendo, riéndose con fuerza y lo liberé. Taehyung nos miraba divertido desde el umbral de la puerta. Cuando Yoongi y yo nos reencontramos, Kim aguantaban nuestras estupideces de amigos. Los dos hacían una hermosa pareja, lo supe por Yoongi que Taehyung fue lo mejor de su vida cuando él cayó en las drogas.

Le debía una grande a Taehyung. Gracias a él, tenía a mi mejor amigo a mi lado.

─Es momento de irnos─. Aviso Taehyung. Estando fuera, la noche estaba preciosa como siempre y subí a mi motocicleta, sin embargo sentí un abrazo inesperado de Kim. Lo miré confuso, él sonrío─. Yoongi mejora día a día, gracias por aparecer nuevamente en su vida, JiMinie.

Me sentí tranquilo. Miré a Yoongi y me reí al ver que hacía señas de advertencia a espaldas de Taehyung, sacudí mi cabeza con una sonrisa.

─Soy yo el que debe agradecerles a los dos. Son mi familia... Mi verdadera familia.

Sé sentía tan bien aquella palabra. Aquella que antes odiaba y ahora, sentía un cariño inmenso con mis amigos... Mi familia.

─Hasta mañana, JiMinie.

─Vendré más temprano. Adiós... Tae.

Me alejé de allí apenas arranqué, suspirando por lo tranquilo que estaba esa noche. Podía ir lento, ya que no había vehículos y solo el frío del anochecer, cerré los ojos un momento... Me sentía tan bien, pero ese dolor no desvanece de mi pecho.

Tal vez, soy un imbécil que espera el regreso de su amor... Tal vez, me hago falsas esperanzas al esperar algo que nunca llegue, tal vez actuó como un idiota y JungKook me olvidó.

Nunca entenderé por qué amar duele tanto. ¿Por qué sufrir por algo que puede ser lindo? ¿Por qué gasto mis lágrimas cada noche en su llegada? ¿Por qué...? ¿Por qué JungKook prometió volver si ya pasaron dos años? No creo soportar más su ausencia, pero mi Alfa ruega por él.

Sin darme cuenta, ya estaba llorando de nuevo. Mordí mis labios con fuerza al querer callar mis gritos, era imposible sacar algo que estaba tan profundo en mi corazón, tan clavado y que yo mismo... amo.

... Sin tan sólo...

─¡Hey!─. Escuché un grito. Si no fuera por que el casco era de un material delgado que se podía escuchar cualquier bullicio, ya hubiera pasado de largo. Sin embargo, me detuve con fuerza y mis ruedas rechinaron el suelo...

Reconocería esa voz donde fuera...

Girando mi motocicleta, mi corazón latió sin control y sentí mis ojos humedecerse, mi Alfa levantó ambas orejas... Olfateando y lo sentí volverse un cachorro.

─¡Hey, gigante!─. JungKook gritó, sonriendo y alzando sus manos para que lo vea. Me reí sin contenerme y sollozando, estaba en pijama... Y esos cabellos estaban rubios, igualmente, note en esos brazos unos tatuajes. Estaba precioso. Estaba más precioso, hermoso a mis ojos─. ¡Pollito gigante!

... Era mi príncipe, regresó, cumplió su promesa.

Él estaba allí. No era un sueño. Y no me importó bajar de la motocicleta, tiré el casco apenas y corrí a su encuentro, esos bracitos me dieron la bienvenida y su aroma me envolvió...

Solloce en sus brazos, abrazándolo tan fuerte y él acarició mi cabeza. Dejando esos besitos que tanto extrañé en mis mejillas.

─Perdóname por tardar, mi pollito. Ya estoy aquí... Estaré siempre contigo.