Capítulo 14

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─¿Por qué no me tienes agregado?

Después del incidente, pasó una semana. Papá me regañó, pero contándole el suceso completo, él entendió y me felicitó. Mi relación con JiMin (aún no oficial) se mantenía las 24 horas del día en mi mente.

─No sabía como ponerte─. Él se alzó de hombros, estábamos en su salón. Pero no había nadie aún, yo en su regazo, disfrutando de robarle cada beso.

─Si tú no me agregas de forma bonita. Lo haré yo─. Tenía su celular en mis manos. Tuve curiosidad de saber como me tenía agregado, pero no, ¡ni siquiera estaba en contactos!

─Me llamas de forma bonita y ni siquiera me agendas.

─Hermoso...

─No, no, no, no. Estoy molesto, Alfa tonto.

De pronto, mi cuerpo se estremeció por completo con unos labios en mi cuello y muy sumiso le di más lugar, encantado. Sus manos apresaron mi cintura, recorriendo lentamente hasta mis muslos dando apretón. JiMin me junto a él, eliminando cada centímetro que nos separaba y mi trasero encima de su evidente erección.

─Lo siento...─. Su ronca voz volvió loco a mi Omega, inconscientemente hice un lento vaivén sobre ese enorme bulto, mordí mis labios a su bajo gemido. A la mierda el enojo─. Estoy... faltándote el respeto, JungKook.

─No, Minnie. Sigue, por favor, sigue...

─Faltan minutos para que lleguen los demás... Si nos ven-...

─Finge embestirme─. JiMin me miró sin decir nada, pero sus ojos mostraron sorpresa. Según Google, la excitación crecía más al rozar ambas partes íntimas sobre la ropa, daba sensaciones dolorosas pero a la vez caliente de ser follado, o que tu pareja tenga unas grandes ganas de follarte. Y quizás, quería que JiMin sintiera eso conmigo. No había nadie, sólo nosotros dos y sería algo rápido, o bueno... Sentir la adrenalina de ser pillados─. JiMinie...

─Eres más pervertido de lo que pareces─. JiMin me alzó en sus brazos, dejándome en un pupitre y permitiendo lugar entre mis piernas, justamente donde su erección podía enterrarse en mi culo.

─Puedo ser más pervertido de lo que parezco, Alfa...─. Lo atraje de su cuello, nuestras bocas a centímetros de unirse. JiMin sonrió, mordiendo mi labio inferior y reforzando el agarre en mis caderas. Mi vista se nubló de un momento a otro cuando lo sentí moverse, fingiendo embestir sobre la ropa y era doloroso sentirlo golpear cada vez más fuerte encima de mi entrada...─. Ah...

JiMin parecía ansioso de escucharme, por lo cual me junto más a él y embistió de forma brusca, mi cuerpo moviéndose de forma inconsciente, seguramente mi bóxer estaría húmedo por las gotitas de semen. Pero no importaba ahora, era increíble y excitante la escena. Aún el dolor incrementaba por falta de atención y mi pene explotaría, mi vientre parecía apretarse, sentía un placer envolvente. Estaba seguro que JiMin sentía lo mismo, sus mordidas por todo mi cuello, la desesperación de sus toques en mi cuerpo, mientras me sostenía de forma firme para seguir embistiendo con brutalidad, me lo afirmó. Sonreí por un momento.

─Estás volviéndome loco, Omega....

─Tócame, Alfa.

Y lo que cruzó por mi mente en ese instante, fue hacerlo allí mismo. Pero no estaba en nuestros planes, escuchar unas voces a lo lejos, seguramente ya era hora de entrar en clases. Maldición. Nos detuvimos de golpe. Y era realmente evidente lo que sucedió, la parte frontal de nuestro pantalón estaba mojado y sí, nos habíamos corrido sin siquiera sentirlo... Wow.

Qué vergüenza.

─Tendrás que cubrirte con esto.

JiMin me puso uno de sus tantos y grandes buzos, cubría casi la mitad de mis piernas. Lo agradecí internamente, él sacó otro de su mochila. El mío era negro y el suyo púrpura. Y segundos después, ya estaban ingresando los otros alumnos. Por primera vez, sentí incomodidad.

─Vete a clases, bebé─. JiMin estaba sonrojado. Asentí a sus palabras, le di un casto beso y corrí lejos de allí.

Genial, debía andar con mi sucio pantalón todo el día. Mierda.









¡hey, gigante! › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora