Capítulo 28

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Ayudaba a JungKook y su padre con sus maletas, cargando el equipaje en el vehículo. Era estúpido decir que trataba de tragar aquel nudo en mi garganta y concentrarme en ayudar al padre mi Omega. No estaba terminando de aceptar que el día de ayer... Fue tan corto.

Hoy se iban. JungKook se iba. Maldita sea.

─Gracias, querido Minnie─. Mostré una pequeña sonrisa al Señor Jeon, él estaba pálido y usaba un cubrebocas para cubrir aquellos labios lastimados. Lo dejé con cuidado en los asientos traseros, estaba más liviano como una almohada. Sentí una sutil caricia en mi mejilla, sé que él me sonreía debajo de aquel barbijo─... Cuando JungKook vuelva, estaré con mi Alfa sonriendo al ver que mi hijo está en manos de ti, JiMin. Tienes un gran corazón.

Recordé las burlas de mis compañeros en la escuela, yo era tan sensible y fácil de llorar. "Mi hijo no debe llorar como una niña" recuerdo del estúpido de mi padre.

... El señor TaeKwang me recordaba tanto a papá-Yun.

Esa sensación a sus abrazos, la calidez de sus palabras y esa mirada de cariño, me recordó a él en su último día.

─Señor TaeKwang... Prometo cuidar de su hijo.

─Sé que lo harás. Mi hijo cuidara muy bien de ti... El amor que te tiene es inmenso. Mi Kookie puede ser cursi en muchas ocasiones... Oh, y también es muy celoso igual que su padre.

─¡Ouch!

Ambos miramos a JungKook cerrar las puertas de su casa, vestía tan bonito aunque sus ojos perdieran un brillo. Cerré el vehículo y menos de lo pensado, tenía a mi Omega en mis brazos. Lo abrace tan fuerte, besando esa cabecita y sentirlo inhalar mi aroma.

─Hy-Hyung... Voy a extrañarte mucho.

No imaginás el dolor que tendré que aguantar por tenerte lejos, saber que... cada mañana no escucharé tu bonita voz jodiéndome la paciencia, aquellos estúpidos memes de gatos que me envías todas las mañanas al despertar y ya no escucharé apodos bonitos de ti.

Tu pollito está a punto de llorar como un niño.

─Cuídate mucho, por favor. Voy a molestarte cada mañana con mensajes tontos como lo haces tú... Y si es posible, hacerte feliz─. JungKook soltó una risita, sabía que estaba llorando. Su cuerpo estaba temblando y esas manitos me sujetaban con fuerza, negándose a soltarme...

... Él no quería soltar a su Alfa y yo no quería tener que apartar a mi Omega.

─Tu padre está esperando por ti, amor... Tienes que irte.

Sostuve esa carita húmeda, secando inútilmente esas lágrimas y esos ojitos gritaban que no quería apartarse. Sé que me necesitará tanto el día que su padre ya no esté... Mi JungKookie.

─Tienes que ser fuerte, bebé─. Él me silenció, uniendo nuestras bocas un largo rato y solo dejé que JungKook controlará nuestro beso. Esas manitos temblando, las sostuve en las mías.

Él se apartó.

─Cuando vuelva, Hyung... estaré muy hermoso y voy a cargarte en mis brazos. Te llenaré de besos y tú no harás más que decir a los cuatro vientos que eres mi Alfa.

Sonreí, asintiendo y él besó mi frente.

Lo vi subirse en el vehículo y segundos después... Poco a poco, iniciaron su recorrido. Cuando los perdí de vista... Mis lágrimas por fin salieron, dejando atrás el chico malo y estúpido, mostrando a un niño débil, viendo como su príncipe ya no está con él.

Voy a esperarte, mi amor...












¡hey, gigante! › jikook.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora