𝔼𝕟𝕧𝕖𝕟𝕖𝕟𝕒𝕕𝕠𝕤

Están Envenenados

—Ya estamos aquí! —Dijo la de cabello azul, trayendo del brazo a la bruja.

Deméter por fin había llegado con Hecate, la diosa de las brujas se puso manos a la obra, al analizar ambos cuerpos y rápidamente descubrió lo que pasaba.

Después de unos minutos, en el salón principal, se encontraba Zeus con un temple serio.

Había muchos dioses ahí, hasta Hades se encontraba ahí (por órdenes de Zeus).

El rey olímpico —bueno, creo que es obvio porque estamos aquí, ¿No?— dijo con un tono obvio.

—no— dijo Hades con fastidio —aun no entiendo porque me llamaste como un lunático hacía aquí— levantó los brazos dramáticamente.

—Okay —Dijo Zeus mientras se levantaba de su asiento y rodaba los ojos—. Estamos aquí para hablar sobre lo que le ha pasado a Apolo y a Dionisio.

Hades levantó una ceja y mirar son importancia —¿que le pasó al par de alcahuetes?—

Esta vez Hecate hablaría —si no me hubieran contactado temprano, estos dos, estarían muertos en poco tiempo—

Unos dioses se sorprendieron, otros no. Artemisa estaría asustada, Hermes le toma de los hombros para calmarla.

—Ambos han probado un veneno, muy poderoso como dañino; no se sabe de dónde proviene pero se cree que pueda ser mortal para los que lo tengan en sus cuerpos, todos deberían saber que no se debe tocar ese tipo de cosas —Procedió Hecate regañandolos—. Lo bueno es que tengo algo para ayudarlos, para que se sientan mejor dentro de poco.

—No lo entiendo —Dijo Hestia preocupada—. ¿Por qué ellos tomarían eso sabiendo que es algo desconocido para ambos?

—por que son un par de idiotas, que buscan atención— respondió Hades, sin darle importancia y leyendo un libro.

—Claro que no, Apolo es el dios de la medicina dudo que no haya detectado la sustancia antes —Dijo Hermes justificando a ambos dioses—. Y Dionisio, es el dios del vino, puede que sea un bromista, pero dudo mucho que él hiciera esto.

—Estas diciendo que... —Artemisa temía lo peor.

—si, alguien hizo esto a propósito con intenciones malignas— dedujo la diosa bruja, con las palabras de esos dos dioses

—¿Y quién pudo haberles hecho eso? —Preguntó Poseidón muy confundido—. Porque yo no lo hice —Dijo rápidamente.

—yo tampoco— dice Afrodita excusándose también

—Yo menos —Se excusa Hermes haciendo lo mismo.

—Yo peor —Comentó Artemisa triste, poniendo sus manos en su cara.

Sin más, todos quedan viendo al dios de cabellos azabaches.

—A mi no me miren —Habló Hades enojado, viendo como todos lo miraban.

—¡YA BASTA! —Sentencia Zeus fastidiado—. No se quién hizo esto —Algo desanimado pero con determinación—. Pero lo averiguaremos... Así que preparense porque vamos a empezar ya con esto.