—La siguiente en la lista es: ¡Afrodita!— dijo Zeus tranquilamente.
La diosa amorosa, estaba ahí, muy callada pero cuando escuchó su nombre, levantó la cabeza, dispuesta a defenderse.
—¡WOW! ...— dijo Afrodita, algo sorprendida —siento desilusionarte pero yo no hice eso—
Atenea, se acomodó su casco de guerra y empezó a responder —¡Ay sí!— dijo sarcástica —¡Todos sabemos, que detestas a Apolo!—
Afrodita asintió —si, tenés razón, no me agrada Apolo y no tengo miedo de decirlo—
Unos jadearon, otros se la quedaron viendo.
—si bueno, pero, yo no odio a Dionisio, de hecho fue pareja mía en el pasado— dijo la diosa continuando de aclarar el tema —nunca le haría daño a Dioni, ¿Porque hacerle daño a el, junto Apolo? Suena estúpido—
—¡Desde cuándo Erimanto te vió bañandote, hasta el intento de asesinato de Adonis, le guardaste mucho rencor a Apolo— teórizo la diosa guerrera —creo que Dionisio, una vez, te dejo sola con sus dos hijos— sonrió con malicia —supongamos, que intentaste darle una lección a ambos por ser unos cretinos, pero todo salió muy mal...—
—parece que tú casco, ha apretado, alrededor de tu gran cabezota, ya que por falta de oxígeno, estás diciendo muchas idioteces— dijo la rubia molesta.
¿Como se atreve está remedo de detective, al faltarle el respeto a acusarla de un delito que no cometió?
Afrodita añadió —aparte que se me hace sospechoso, el hecho de que todos a los que has acusado, los odias— tenía sentido lo que decía —¡Te estás aprovechando de eso, para embaucar a los demás, maldita Atenea y tú lo sabes!—
*¡Oh joder! Descubrió mi plan* pensó Atenea, con miedo pero igual se mantuvo —¡Eso NO es así!—
—¡Tiene un buen punto hija!— dijo Zeus tranquilo
—¡Claro que no!— con un tono ofensivo —¿No ves que me está molestando?—
—Tendrá que ser otro hija— pensó Atenea, frunciendo el ceño —bueno, al siguiente de la lista—
...
[ Terminando el conjuro... ]
Hecate dejo solos por un rato a ambos dioses, superviso a su alrededor, a ver si alguien más se encontraba por ahí y cuando se asesoró de eso, se fue tranquilamente.
El delincuente, aprovecho a entrar, viendo el estado de ambos dioses, dispuesto a contraatacar, iba a terminar el trabajo. Aunque no notó como Hecate entró viendo al sujeto, que estaba encapuchado pero de todas formas tiene que irse de ahí.
—¡Así te quería agarrar maldito delincuente!— dijo con valentía Hecate, dispuesta a enfrentarse al criminal —¡Vuelve aquí cobarde!, si puedes—
Con todo el miedo que le produce Hecate, el sujeto, se escapó de allí.
La brujita le lanzaba cosas para que se lastimase, pero el delincuente, era más bajito, delgado y escurridizo.
Había un especie de conducto, donde se metió y se fue, de allí. La diosa bruja, decidió no hacer nada, no tenía tiempo para nada, el par de sujetos se estaban sintiendo mal de nuevo y no tenía tiempo para seguir a la rata que causó este daño.
Dejaría que los demás dioses, descubrieran al bribón y le diesen un castigo adecuado pero por ahora, seguiría siendo la enfermera sin paga de allí.
ESTÁS LEYENDO
𝔼𝕟𝕧𝕖𝕟𝕖𝕟𝕒𝕕𝕠𝕤
Fiksi Penggemar━¡𝙰𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚏𝚞𝚎 𝙷𝚎𝚛𝚊 𝚕𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚒𝚣𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚖𝚊𝚕𝚍𝚊𝚍! ━𝐝𝐢𝐣𝐨 𝐀𝐫𝐭𝐞𝐦𝐢𝐬𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐜𝐨 𝐲 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐇𝐞𝐫𝐚. ━𝚈𝚊 𝚕𝚎𝚜 𝚍𝚒𝚓𝚎, 𝚒𝚍𝚒𝚘𝚝𝚊𝚜; ¡...