—¡YA ES SUFICIENTE! —menciona Hecate, con tono enojado—. Es demasiado vergonzoso, tu comportamiento, por lo que , hemos sentenciado, un castigo que implica, la remoción total de tus poderes divinos, excepto la inmortalidad y tú estado físico.
—¡Malditos, no pueden, darme ese destino!
—Mira niñata malcriada, te has comportado de una manera detestable, haciendo un daño a dos dioses inocentes, por solo un capricho, pero no te preocupes... —cambio su tono de voz, a una entre divertida y maliciosa—, Aprenderás a reflexionar, en un largo tiempo en--
Se vió, interrumpida por la diosa joven, que aún, no ha terminado de despotricar.
—¡Juro que todos ustedes la pagaran muy caro, por hacerme este zafarrancho! Los odio a todos, ¡NUNCA ME OLVIDARÁN! —la diosa empezó a llorar, mientras dos de sus hermanos, se acercaban para llevarse la de allí.
—Llevensela chicos —les dijo, para luego observar a Hebe—, más tarde, ajustaremos cuentas niñata.
Hermes y Ares, hicieron caso a la orden.
El dios guerrero, quién estaba decepcionado pero asombrado por lo que, ha hecho su hermanita, se la llevan a otro lugar por mientras.
*Nunca pensé que mi hermanita tuviera un lado salvaje... Supongo q era cuestión de tiempo, para que por fin estallará* pensó el dios de la guerra, mientras se mantenía callado e ignorando las súplicas de Hebe.
Después de que se llevarán a Hebe, a un lugar donde no haría nada malo y fuese supervisada, esa tención de pelea, estaba disminuyendo poco a poco.
Heracles estaba aún en shock, por ver a su, ahora exesposa, siendo terriblemente grosera.
Hera aún tenía coraje, de todo lo que le ha pasado, en tan poco tiempo.
Esta entre enfadada, triste e decepcionada, no solo con Hebe y sus acciones, sino con ella misma también.
Debió suponer que su hija, tarde o temprano, se quebraría y haría actos imperdonables.
Ella tomó un poco de té, mientras intentaba calmarse, varios dioses fueron a ver si estado pero esta no estaba de humor para platicar con alguien.
—Eso fue tan malo...
La diosa suspira y sigue perdida en sus pensamientos.
Hecate vió a Hera, decidió ir a hablar con ella y no recibiría un no por respuesta.
—Discúlpeme diosa reina, puedo sentir como se siente en estos momentos, lamentamos profundamente el desenlace de este enfrentamiento con su primogénita.
Hera, ve a Hecate, a su lado.
Le quería decir que se fuera pero al escuchar sus palabras, solo se quedó callada.
No esperaba una disculpa de nadie.
Es más, pensaba que le echarían la culpa, por el ingrato final de su hija, ex copera.
—Siendo sincera... No esperaba nada de esto, ni en un millón de años.
—Tranquila Hera, es comprensible tu actitud en esos momentos, estar decepcionada y triste al mismo tiempo.
La reina olímpica, volteó la mirada al frente y luego regresó a ver a Hecate.
—Mira, puede que esto sea raro pero... —La diosa bruja, levantó una ceja—. ¿Cómo están ese par de idiotas?, ¿Se están recuperando?
La diosa de la hechicería, se sorprendió por dichas preguntas, pero, se alegró en sus adentro.
—Eh pues... Ellos se salvarán de esta, ambos son dioses fuertes, se recuperarán y estarán en mejores condiciones, dentro de poco tiempo. —die la diosa bruja, mientras da una sonrisa de confianza—.
Hera se sintió ¿Bien?, al escuchar esa afirmación pero no sé lo demostraría, solo se comportaría indiferente.
Aunque Hecate, ya suponía sobre lo que pasaba por la mente de la reina olímpica, que a Hera, le daba gusto, que a Dionisio y Apolo, se recuperen poco a poco...
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𝔼𝕟𝕧𝕖𝕟𝕖𝕟𝕒𝕕𝕠𝕤
Fanfiction━¡𝙰𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚚𝚞𝚎 𝚏𝚞𝚎 𝙷𝚎𝚛𝚊 𝚕𝚊 𝚚𝚞𝚎 𝚑𝚒𝚣𝚘 𝚎𝚜𝚝𝚊 𝚖𝚊𝚕𝚍𝚊𝚍! ━𝐝𝐢𝐣𝐨 𝐀𝐫𝐭𝐞𝐦𝐢𝐬𝐚 𝐜𝐨𝐧 𝐭𝐨𝐧𝐨 𝐬𝐞𝐜𝐨 𝐲 𝐮𝐧𝐚 𝐦𝐢𝐫𝐚𝐝𝐚 𝐥𝐥𝐞𝐧𝐚 𝐝𝐞 𝐨𝐝𝐢𝐨 𝐡𝐚𝐜𝐢𝐚 𝐇𝐞𝐫𝐚. ━𝚈𝚊 𝚕𝚎𝚜 𝚍𝚒𝚓𝚎, 𝚒𝚍𝚒𝚘𝚝𝚊𝚜; ¡...