-¿Por qué me besaste?
-Me sorprende que hayas tardado tanto en preguntar.- Rio entre dientes, aún bajo la lluvia.- Te besé porque quería, es muy estúpido de tu parte preguntar.
-¿Vas por la vida besando a los hombres solo porque quieres?- Preguntó...
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Louis se despertó solo, confundido por sentir que había dormido mucho, y encontró a Harry hecho un bollo lejos de él, haciéndole fruncir el ceño.
No le gustaba que esté lejos.
Se levantó en el minúsculo espacio que la habitación del motorhome era y buscó su celular para ubicarse. Las ocho de la mañana, primero de febrero, Bélgica.
El tour había comenzado, y de los quince paises Bélgica era el quinto. Aún quedaban veintiséis de las treinta y nueve ciudades, y todo había sido un rotundo éxito. Los medios se volvieron locos cuando Louis realmente voló en el circo, y todas las localidades se agotaron, principalmente en Moscú. Todos los adoraban, hasta Zayn pareció más tranquilo cuando él también fue aclamado.
En el espacio común, solo estaba Niall en calzoncillos y un buzo tomando un café con la mirada perdida, ajeno a la hora.
-¿Por qué nadie está corriendo a ensayar?- Niall se tomó su tiempo para mirarlo.
-Hoy hay día libre.- Habló como si fuera obvio, frunciéndole el ceño.- ¿Para qué coño tienes el cronograma que te di?
-¿Por qué hay un día libre si seguimos en Bélgica?- Buscó las cosas para preparar un té, pero no recibió respuesta.- Niall.
-Es el cumpleaños de Harry.- Dijo vacilante.
-Lo sé.- Alzó las cejas.- ¿Das días libres por todos los cumpleaños o qué?
-Harry no se siente... bien con sus cumpleaños.- Siguió hablando con cuidado.- Y por eso hay día libre.
-¿Y qué? Hay que trabajar.- Ladró molesto. Había algo que se estaba perdiendo, algo de su chico, algo que Harry no le dijo.
-Hoy no.- Dijo serio.- Tiene derecho a estar triste.
-Y una mierda.- Bufó enojado, y tiró las cosas que tenía para acercarse a su puerta, abriendo de un empujón brusco.- Levántate.
-¿Qué te pasa?- Harry se despertó confundido, y Louis frunció mucho el ceño al ver sus preciosos ojos verdes hinchados asomándose por su antifaz.
-¿Por qué no me lo dijiste?- Reclamó molesto, cerrando la puerta tras de él y Harry volvió a hacerse un bollo, ignorándolo.- Estoy hablándote.
-No soy sordo.- Dijo de mala manera.- No estoy de humor Louis. Quédate o vete pero déjame en paz.
Louis respiró despacio. Si cualquier persona le hubiese dicho eso no solo se iría para no volver, sino que le escupiría el rostro por atreverse a hablarle así. Pero ese era su chico, por más arisco que sea no era de naturaleza irrespetuosa y algo estaba pasándole. Así que se sacó las pantuflas, eran de Harry, y se subió con cuidado a la cama, sin saber bien qué hacer. Los ojos del rizado no lo miraron cuando quedó frente a él, pero lo abrazó sintiéndose torpe de igual modo, tomando a Harry completamente por sorpresa.
