Me desperté sola en mi cama. Había sido otra ilusión. Mi mente juega sucio. Te estas enamorando, dijo mi conciencia. ¡NO! Eso es imposible es mi hermano. Le contesté. Eso es completa y absolutamente absurdo.
Después de una larga pelea interna y tratar de convencer a mi cabeza que no me estaba enamorando. Salí de la cama. Agarré ropa interior y me dispuse a bañar.
Al salir agarré una playera sin mangas y un short combinados con mi converse negros. Salí y como todas las mañanas me encontré a Max.- Buenos días pequeña - era el mismo de siempre.
Llevaba un pantalón de mezclilla junto con una playera tipo polo color azul. Esa combinacion resaltaban sus ojos.
- Buenos días - murmuré enojada
- ¿qué pasa? - se escuchaba confundido
- Nada, ¿qué pasaría? - mi tono era sarcástico.
- Pequeña... - se acercaba.
- No te me acerques. Entendido
Se paró en seco. Aun mas confundido. Es ¿en serio? Malditos cambios de humor. No lo entiendo y no quiero hacerlo. Que se vaya a la mierda. Si tan sólo no me hubiera besado.
Soltó un suspiro - Creo que estas en tus días
¿¡Qué!?
- El que parece que estas asi eres tú.
- ¿Yo? ¿cómo mierdas es eso posible Abby?
- Es un decir imbécil. Y ¿sabes? Mejor me largo. No estoy de humor para ver tu cara.
Me dirigía a las escaleras, cuando el idiota de mi hermano me abrazaba por la espalda.
- Odio pelear contigo. Sólo bromeaba.
Me giró, ahora estábamos enfrente. Otra vez tenía esa mirada que ayer me confundió.
- Necesito hablar contigo - continuó - sobre todo lo que ha pasado ¿si?
- No lo sé. Es mejor olvidarlo ¿no crees?
- No puedo. Y ¿tú?
La verdad es que tampoco. Pero vamos, lo mejor es olvidar y regresar a nuestra relación de antes ¿es mucho pedir? Como no hubo una respuesta se acercaba peligrosamente a mis labios, antes de unir sus labios con los mios un grito nos sacó del trance.
- ¿¡Qué pasa aquí!? - ambos voltemos a ver a nuestra madre. Lucía realmente pálida y asustada.
- Nada - contesté
- No te pregunté a ti, mocosa
Me dijo ¿mocosa? Es la primera vez que me insulta. Por lo general me ignora
- No te pregunté a ti, mocosa - repetí las palabras de mi madre
- A MI NO ME HABLAS ASI, ESTÚPIDA NIÑA.
Paledecí, jamás me había gritado. Mi relación con ella iba a empeorar, lo presentía.
- Mamá... - Max habló - no le hables así ¿quieres? Sólo nos estábamos abrazando como los hermanos que somos
- A mí no me pareció. Además no creo que sea correcto que le hagas eso a Amanda. Ella una me contó que estaban intentado regresar
Mis ojos se llenaron de sorpresa. La manera en la que dijo eso mi madre, fue como si quisiera hacerme daño. Y lo había conseguido. Nuevamente Amanda era el centro del universo. Max no negaba nada, ni tampoco lo admitía. Ante eso apreté mis puños intentando controlar mi enojo.
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Mi encantador hermano
Teen FictionSAGA ENCANTADOR Y PEQUEÑA (#1) Max, mi hermano es el chico que toda mujer sueña. A sus escasos 19 años es alto, cabello castaños y nos increíbles ojos azules muy oscuros, también posee un gran cuerpo atlético. Además es capitán del equipo de fútbol...