Las palabras de Max hicieron que mi corazón latiera muy rápido y las mariposas se instalaran en mi estómago, fue una de las mejores sensaciones que había sentido en mi vida, y es mayor mi alegría porque provenían de él. Como siempre mi conciencia se hizo presente, no caigas en su juego, te lastimará. Sé que tal vez tenga razón y tarde o temprano sufriría las consecuencias.
Además creo que mi hermano no había dicho eso, necesiyaba que alguien me diera un pellizco, para poder creerley no puede decirme eso. Ya me había prometido que jamás le confesaría mis sentimientos por el y así seguirá siendo.- ¿No dirás nada? - Max tenia una cara de confusión muy notable y por supuesto, no lo culparía. Te lo prometiste, no seas mensa y se lo vayas a decir.
Me quedé en silencio, trabajando a mil por hora mi mente, por supuesto que se lo quería decir, sin embargo no era el momento.
- Me voy - la tristeza era evidente en su voz. Me soltó de su agarre y se marchó y ni siquiera me volteó a ver. Cerró la puerta de mi cuarto. Y sin querer escuche el sonido de mi corazón hecho pedazos, por millonésima vez. A este paso, no quedaría nada para reparar
- Yo también te amo, Max - susurré
Me cambié, poniéndome una pijama de pantalón y playera de 5 seconds of summer y me fui a recostar. No podía dormir sabiendo que era la culpable que mi hermano estuviera con esa cara. Me arrepentía, pero tampoco quería que hiriera mis sentimientos. Además es mi hermano, esto esta mal, lo peor que es inevitable hacer algo para controlar mis sentimientos por él.
*
- Ya lo ves querida, tú no eres nada para él - Amanda me decía mientras Max estaba con ella en mi cama y en mi habitación.
- ¡No! Él me dijo que me amaba - mis lágrimas caían como cascadas por mis mejillas y Max se reía fuertemente, burlándose de mi y permitiéndole que Amanda hiciera lo mismo. Cuando me había dicho lo contrario.
- No seas idiota. ¿Crees que cambiaría a alguien como Amanda por ti? - una sonrisa de ironía se formaba conformee decía aquellas palabras, que se enterraban como dagas en m corazón - Todo lo que te dije fueron mentiras. Ahora largo de aquí. Estorbas en nuestros planes.
Max me agarró del brazo, demasiado fuerte y me sacó a la fuerza de mi propia habitación.
- ¡NOOO! - grité desesperada.
Afortunadamente había sido una pesadilla, y de mal gusto, puedd también que sea la peor que he tenido. Creo que es uno de mis mayores temores, no poder dejar de ser la sombra de Amanda y es que ambos en mi sueño tenían razón. Yo no era nadie a comparación de ella. Y es lo que más me dolía y por mucho que Max me dijera que no era verdad, yo lo sentía así.
Miré mi reloj y eran las cinco de la mañana. Pensé que Max dormiría aquí. Como quieres que lo haga si fuiste grosera hace unas horas. Mi voz interior hacía acto de presencia y por segunda ocasión tenía razón, así que iba a arreglar las cosas con él y a aclarar en que punto estábamos.
Me levanté y fui directo a su habitación. Me quedé enfrente de la puerta, armándome de valor para entrar. Y lo hice y fue el peor error en mi corta vida que he cometido. Enfrente de mí, la pesadilla se hizo realidad y ésta misma me golpeo, dejandome en completo ridículo. Max, otra vez, estaba con Amanda, acurrucados en forma de cucharita, él abrazándola por la cintura y ella reposando en su espalda. No me moví y estuve como estúpida viendo el gran espectáculo y conteniendo todas mis lágrimas. Después de un tiempo y con las esperanzas muertas, (creer que era mentira lo que mis ojos vieron) me fui de aquél lugar. Agarré mi celular y me puse un abrigo y salí, necesitaba aire puro.
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Mi encantador hermano
Teen FictionSAGA ENCANTADOR Y PEQUEÑA (#1) Max, mi hermano es el chico que toda mujer sueña. A sus escasos 19 años es alto, cabello castaños y nos increíbles ojos azules muy oscuros, también posee un gran cuerpo atlético. Además es capitán del equipo de fútbol...