Capitulo 7

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Me encontraba en la puerta como una estatua. Mi hermano no me quitaba la mirada de encima. Los nervios se iban intensificando cada vez más.

- Ya te dije que no quiero hablar. Sólo volvamos hacer los mismos de antes. Por mi esta bien con eso - traté de que mi voz sonara serena.

Negó con la cabeza - No lo acepto, por favor déjame hablar contigo.

- No lo sé, estoy se volvió un caos. Lo mejor es olvidar.

No dijo nada. Se levantó y me guió hasta el sillón en donde se encontraba momentos antes.

- Primero que nada. Lo siento mucho, quise desquitarme contigo, por lo que Amanda me hizo. Además no está bien que actúes como una perra en la escuela...

No terminó de decirme lo que tenía que hablar. Esperaba mi reacción, pero yo me sentía shock desde antes. Me usó me dije... Amanda siempre es primero, comentó mi cabeza. Las lágrimas se me formaron pero respiré hondo y me tranquilice, evitando que salieran.

- Esta bien - fue todo lo que dije.

- ¿te encuentras bien? Pensé que reaccionarías de manera diferente.

- Ya ves que no. Me voy a mi recámara a hacer mi tarea y luego saldré a ver a Emmy. Adiós.

Al llegar a mi cuarto, lo primero que hice fue cerrar con seguro y después irme a la cama a llorar. Que estúpida soy. Lloré como la vez en que mi gato murió, Dencel era mi todo y ese día murió una parte con él.
Con ganas de no hacer nada, tuve que estar dispuesta a comenzar y terminar mi tarea en tiempo récord. Cuando terminé, bajé y le preparé a Emmy una gelatina de uva, su favorita, para que se recuperara. Nuevamente subí y me cambié, ahora me puse una falda de mezclilla (que me llegaba a la mitad del muslo) con unos botines y una blusa color verde tipo halter. Ese atuendo me lo ponía cada vez que estaba triste, pues me subía el ánimo.

Después de 30 minutos, otra vez, bajé. En la sala se encontraba Max con Amanda. Dio un vuelco mi corazón Me dirigí a la cocina por la gelatina. Volví a la sala, para irme a la salida.

- Ya me voy, hermano. Nos vemos después.

Él se giró a mi dirección y su cara era indescifrable.

- ¡Cambiante! No sales así.

- No lo haré, me visto como se de la gana. Mejor controla como se viste tu novia y dejame en paz.

Ahora dirigió su mirada a su novia, traía un vestido color coral, que le cubría apenas el trasero. Aproveché ese momento de distracción y salí corriendo, literal, de la casa.

Llegué sana y salva a la casa de Emmy. Ahora me encontraba tocando su puerta. Una Emmy vestida con sus pijamas de franela color rosa chillón con ositos. Me dio ternura.

- Oh, oh. ¿quién fue él hijo de puta que te hizo sentir mal? - ni enferma cambia

- Creo que ya te sientes mejor. Y pues mmm fue...

- No me digas, fue Dylan - me interrumpió- Le dije lo que tenía que hacer y cómo.

Me sorprendió. - Así que... ¿la estas haciendo de cupido? Ya se me hacían demasiadas coincidencias.

- Yo...ees-quee....

- Tranquila. No estoy enojada. Sólo dime cuando quieras que tenga una cita. Y lo haré

- Gracias... - suspiró- me has quitado un peso de encima. Y volviendo a tu ropa, ¿quién es el desgraciado?

Solté una risita.

- Mi hermano. - fue mi respuesta

- ¿Qué? - Emmy me vio con cara se sorpresa e incertidumbre.

- Bueno, es porqué pone siempre Amanda - mentí, no quería decirle aun.

Sé que es malo de mi parte, pero ella ha estado intentando que yo quedara con Dylan. No la culpo, mi ultimo novio, Charly, fue un tanto idiota.

- ¿Sabes me recuerda a Charly?

- Claro, le hizo más caso a su hermana Nora, que a mi. Y eso que decía amarme.

Soltó una sonora carcajada.

- Cambiando de tema, ¿cómo sigues? Veo que ya estas mejor.

- Estaría mejor, si me das esa gelatina de uva que traes.

¡Oh! Cierto se me había olvidado

- Ni aunque te estuvieras muriendo, cambiarías.

- Lo sé, me amas. Ahora damela

Antes de poner entregársela, ella se lanzó sobre mi. Ambas nos caímos del sillón y nos reímos.
La tarde transcurrió genial. Me alegra de tener a Emmy conmigo, pareciera como si fuera mi complemento (sonó muy cursi) y estoy bien con ello.

Me despedí de mi amiga, y antes de que me fuera le pregunté que si iría mañana a lo que me contestó que no. Se haría pasar por enferma. Sólo reí y me marché.

*

Al pie de la puerta de mi casa se encontraba un sobre con mi nombre.

Exclusivo para Abby Devine.

Me extraño mucho. Ya nadie suele enviar o dejar cartas así. Es más fácil con un correo.
Entré y me encontré jna contaminación para mis ojos y un corazón totalmente roto. Amanda se encontraba a horcadas sobre mi hermano sólo con bragas, y mi hermano se encontraba con sus bóxer.

- ¡MAX, POR ESO EXISTEN LOS CUARTOS! O DE PERDIDA UN MOTEL - grité a todo pulmón

Ambos se sorprendieron e intentaron cubrirse con los cojines del sillón. Fue en vano.

- A-abby - mi hermano tartamudeaba un nombre de cuatro letras.

- No nos hubieras interrumpido. - dijo Amanda.

- ¿Dsiculpa? Tanto es casa de mi hermano, como es la mía. Además se hubieran largado a tu mansión - medio gritaba y medio decía con voz calmada.

Mi hermano seguía en pleno shock. No me quitaba la vista de encima, mas precisamente de mis piernas. Maldito pervertido, le dijo mi subconsciente.
No pude soportar otro minutos mas, escuchando como caían lo pedazos de mi corazón y me dirigí a mi cuarto. A los cinco minutos se escuchó la puerta y en menos de otro, tocaban a la mía. No contesté y él entró, me hice la dormida.

- Lo siento tanto, pequeña mía.- su voz mostraba arrepentimiento, ya no le creeré - Pero lo tengo que hacer, por tu bien

¿Por mi bien? Claro, acostarse en plena sala con su novia es por mi bien.
Dicho eso, me dio un beso en la mejilla y salió.

Ya no más, dijo mi cerebro
Tu lo amas, y no cómo un hermano, contraatacó mi corazón

Con esos pensamientos me fui en un profundo sueño.

OMG! YA "ACEPTÓ" QUE AMA A SU HERMANO. LAS COSAS SE PODRAN MAS INTENSAS. (¿MAS? MAS)

Ya casi 600 vistos :') MUCHAS GRACIAS MIS PEQUEÑAS SALTAMONTES.

REGALITO DEL DIA DEL NIÑ@

LAS QUIERO K

Mi encantador hermanoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora