Veintidos| Tortura

1.3K 177 45
                                    

MEGUMI

Se siente bien. No deseo detenerme.

—¡Fushiguro, creo que es suficiente! —la voz de Itadori es difusa. Siento un ruido ensordecedor invadiendo mi cabeza.

Vuelvo a golpear su rostro una y otra vez. Su cara ya es irreconocible, el bastardo ya no habla, no es capaz siquiera de defenderse.

—¡Fushiguro, vas a matarlo! —insiste Itadori.

Kei escupe sangre y sus ojos se abren ligeramente enfocándome. Comienza a reír de forma errática.

—¡¿Crees... que ella... va a amar a un asesino?!—murmura maliciosamente mientras la sangre continúa saliendo de su boca—. ¡Mátame, si eso... te hace sentir menos miserable. Pero... eso no va a... traerla de vuelta... ¿o si?!

—¡Cierra la boca! —le grito con furia y lo pateo en el estómago—. ¡No hables como si supieras una mierda de ella!

El bastardo comienza a reír a carcajadas. Esta logrando desestabilizar mi mente.

—Acaso, ¿tú sabes algo de ella, Fushiguro? —me pregunta con mala intención—. Yelena... es una perra traidora... Y tú solo caíste... en su puta trampa.

Ya no puedo más, comienzo a golpearlo con todas mis fuerzas, aún mas intensamente que antes.

—¡¡¡No te atrevas a decir su nombre después de lo que hiciste!!!

—De lo que hice... —suelta escupiendo sangre—.Dilo... después de que... la toqué... toqué a la perra de tu mujer y a ella le gustó...

Duele. Cada cosa que lanza es un dardo a mi alma. Me niego a sentir mas dolor, descargo mi dolor y mi rabia en una fuerte patada que lo hace gritar de dolor y escupir aún mas sangre, Kei no resiste más y se desvanece en el suelo, inconsciente. Pero deseo seguir golpeándolo, quiero que muera, quiero que no quede un solo rastro del bastardo en este mundo.

—¡Megumi, es suficiente! —la voz temblorosa de Kugisaki me hace entrar en razón. Mi amiga esta asustada mientras sostiene su pancita, es solo al verla en ese estado que logro entrar en razón y solo dejó tirado al bastardo en el suelo.

—¡¿Que mierda pasó aquí?! —una voz conocida se hace presente. Maki suelta el arma maldita que trae y la deja caer al suelo. Se acerca a Kei y con su pie intenta moverlo—. ¿Está muerto?

—Debería estarlo... —respondo instantáneamente.

—Intentó abusar de... ya sabes —añade Itadori.

—¡¡Bastardo!! —suelta Maki y su expresión se oscurece cuando vuelve a patear al imbécil.

—¿Encontraron la jodida mierda para sacar a Gojo? —pregunto.

—Se encargaron muy bien del arma con que tu... bueno, con que Toji casi lo mata hace años. Pudimos encontrar tan solo un pequeño fragmento. Debería servir, Okkotsu se encargará de sacarlo.

—Bien, todo esta volviendo a tomar su curso...

—Todo, a excepción de...

Un sonido ensordecedor rugió desde el cielo, la oscuridad envolvió los alrededores y supe que la batalla mas importante iba a comenzar. Mi primera reacción solo fue pensar en ella, en su seguridad donde sea que ella esté.

Itadori protege a Kugisaki. No podemos exponerla a ella tampoco, no me perdonaría a mi mismo si algo le pasara a ella o su bebé

—Voy a pelear. Llévense a Nobara de aquí... —ordené.

—¡Ni se te ocurra, Fushidiota! —intervino mi amiga—. ¡No vamos a dejarte pelear solo!

—¿Estás segura de esto? —le pregunta Itadori, acercándose a ella para mirarla de frente, sujetando su rostro entre sus manos—. ¿Que pasa si el bebé?

Sombras en el paraíso; Megumi Fushiguro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora