Uno|Ella

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MEGUMI

Un tiempo antes:

No puedo creer lo que está pasando. Jamás fui testigo de una injusticia tan grande, mucho menos pensé que la víctima sería yo.

¿Mi crimen?, haber nacido con el ritual de las diez sombras.

¿Mi castigo?, tener que casarme con alguien a quien no conozco, solo por que los altos mandos lo exigen.

La mirada de Gojō lo dice todo, estoy condenado. Ya nada puede hacerse. La hoja del acta de reuniones llega a mi, en ella se registra cada una de nuestras palabras, y volver a leerlo me causa náuseas. En ella se estipula un plazo de tres días para llevar a cabo el vínculo del matrimonio.

Nunca quise ser el jefe de un clan del que nunca me sentí parte. Todo lo que se de ellos es que fueron una mierda con mi padre, también con Maki, y es para salvarla de ir a la cárcel por asesinarlos por quien hago esto. La lista de motivos que tengo para ceder es larga; seguridad y tranquilidad para Tsumiki, la vida de Itadori, que no vuelvan a sellar a Gojō, estabilidad para el mundo de la hechicería.

Todos estamos haciendo sacrificios, pero esto va mas allá de cualquier límite. Se suponía que esto iba a cambiar, sin embargo ahora me encuentro firmando un acta que me obliga a embarazar a una desconocida para repoblar el clan Zen'in.

Ni siquiera quisiera traer niños a este horrendo mundo, nunca he estado con una mujer de forma sexual.

Se siente como si estuviera viviendo la peor de mis pesadillas.

Ahora camino por un largo pasillo mientras miro dentro de celdas, cada una de las mujeres se me queda viendo, coqueteándome descaradamente, siento lastima y quisiera sacarlas de este lugar, pero ahora mismo no está en mis manos. Todas son hermosas, y no entiendo porque hay una reserva de mujeres bajo la custodia del mundo de la hechicería.

Ya solo queda una celda por recorrer, la más lejana y más resguardada de todas.

No se me permite acercarme, así que la miro a una distancia de unos diez metros. La chica está leyendo un libro del cual no distingo el título, su celda esta excepcionalmente limpia y organizada, nada que ver con las anteriores que recorrí. Sus ojos se levantan del libro y por un minuto se me queda viendo, luego le resta importancia a mi presencia y vuelve a lo suyo, como si no le importase que pudiera salvarla.

—¿Por que está separada de los demás? —le pregunto al guardia.

—Por que es peligrosa —responde en seco.

—¿Es fuerte? —cuestiono—. ¿Violenta quizás?

El guardia niega meneando la cabeza.

—Mucho peor, es demasiado lista.

[...]

—De todas las opciones que tenías, ¿elegiste a la que estaba en la celda de seguridad? —bufó Gojō—. ¡¿Por qué?!

—Algo en mi cabeza me dijo que la eligiera a ella —respondo—. Prefiero tratar mil veces con una persona con la cual pueda entablar una conversación, si voy a casarme con alguien seguro que ella es la mejor opción que las demás.

—Espero que no te equivoques —responde mi ex profesor—. Ahora ve a descansar, mañana es la ceremonia, intenta lucir lo mas feliz que puedas.

Sombras en el paraíso; Megumi Fushiguro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora