5. Una pelea facil.

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Pov Jungkook.

Los golpes llegaban de manera certera en el cuerpo del peleador pelinegro, sin embargo, aquel contrincante no era lo suficientemente fuerte para hacerle daño.

Jungkook no podía hacer nada, el contrato estipulaba que debía hacer durar la pelea al menos hasta al tercer round. Tal vez era el sonido de la gente o la de las cámaras las que hicieron que su paciencia se agotara, el dolor de sus golpes fue el impulso que lo llevó a qué estampara en el rostro de su contrario un golpe y que lo mandara directo a la lona.

—¡Jungkook! ¡¿que demonios haces?! —Escuchó la voz de Namjoon gritando del otro lado del rin, sin embargo, ya no se podía hacer nada, el sonido de la campana sonó y eso fue lo que acabo la pelea en el segundo round. Los camarógrafos subieron al rin y empezaron a tomarle fotos en un desastre no premeditado para él. Su brazo fue alzado por el referí y la multitud se alzó en un solo grito. El maldito infierno, pensó el pelinegro pensando en que aquello seria razón para que Jin lo estuviera atormentando.

—No todo están malo, después de todo que ganara era el objetivo.

En aquel vestidor reducido Jungkook se desasía de los vendajes en sus manos. El dolor de cabeza no cedía y temía que aquella conversación entre sus hyungs jamás acabase.

—Pero le dije que debía de ser consciente. Si se va a comportar de esta manera no va a funcionar.

—No será un títere.

—Deja de defenderme —Le dijo Jungkook a Nam. —Lo hecho, hecho esta.

Luego dejo caer los guantes dentro de su maleta.

—Renunciare si no te parece no continuare.

Los tres estaban muy tensos.

—No perderé más mi tiempo —Le dijo el pelinegro —Me vale una maldita mierda el contrato y todas estas estupideces.

—Jungkook ...

—No te metas Namjoon.

—Solo te pido que recuerdes las razones por las que aceptaste.

—No me importa más —El pelinegro se dio la vuelta en una clara negación a hablar del tema.

—Sabía que algo así pasaría. Vere que se puede hacer con el contrato —Dijo Jin tomando su teléfono, estaba completamente molesto. Pero aquello no le importo en lo más mínimo. Esa sensación estaba acabando con él, esa sensación de estar lejos de alguien.

—Jungkook...

—Ahora no Hyung, se perfectamente lo que hago.

—Hay algo de lo que quiero hablarte.

—No me interesa ahora.

Sentía una angustia en su pecho que quería alejar con licor, solo quería olvidar.

—Antes de venir aquí registre la casa de tonto Park, lo recuerdas, el idiota que se metió con la mafia.

Jungkook se giró lentamente prestando atención a su mayor.

—¿Por qué harías algo así?

Namjoon se acercó a la puerta y la cerró tras su espalda, obstruyendo el paso con su cuerpo.

—Tengo suficientes razones para creer que tú sabes algo del hijo de ese tipo.

Jungkook le dio la espalda de nuevo ahora un poco incomodo ante las palabras de su mayor, comenzó a guardar sus cosas.

Aquella mención había echo que su corazón diera un estúpido vuelco y eso no le gustaba.

—No sé de quien hablas.

Estoy aquí para ti.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora