Estoy aquí para ti.

15. ¿Estás dispuesto a todo?

La locura estaba gobernandolo.

Jimin no creía en sus palabras y menos cuando todos sus acciones lo habían alejado en cada momento posible, sin embargo, no alzó la mirada, por qué no quería que su mirada le confundiera.

Solo sintió como el besaba su mejilla y luego la comisura de sus labios.

-Si piensas que ha sido fácil para mí no besarte, estás equivocado.

Jimin alzó la mirada.

¿Cómo podría creerle?

Su mejilla fue acariciada por unos nudillos ásperos, sin embargo, esa caricia fue muy delicada.

No entendia por qué en su mente estaba tan anclada la idea de él siendo amado por aquella mujer, tal vez era por qué en su mente se veían muy bien juntos, los celos le consumían al pensar que él podría llegar a ser tierno con alguien más.

-Cuando todo esté bien nos volveremos a ver y todo será distinto.

Las palabras dolían, entonces ¿aquello era como una despedida?

Con precaución levanto la mirada.

Y si se encontró con esa expresión inocente de parte del pelinegro.

Jimin estaba ahora complementamente seguro que el decía la verdad, su mirada cálida había regresado.

-¿Por qué no puedo regresar a Daegu con usted?

Tal vez de todos sus miedos ese era el más grande de todos. No quería despedirse por qué no queria estar lejos de él, sabía que de nuevo sentiría esas ganas de huir. Estar a su lado era lo único que lo hacía sentir que pertenecía a algo.

-Es peligroso.

-Pero estaré con usted, prometo que no volveré a alejarme. -Dijo Jimin en forma de ruego, sus sentimientos afloraron de una manera repentina y sintió ganas de llorar, el picor de ojos demostraba sus propios sentimientos, sin embargo, se contuvo no quería que sus tontas lágrimas afectarán la conversación.

-Jin me garantizó que estarás a salvo, no confío en los imbéciles de la mafia y yo ... Yo no estoy seguro de estar completamente cuerdo para no matarlos si te llegan a tocar.

-Pero... -Protestó Jimin.

-¿Has pensando que si pierdo la pelea de mañana?

-Usted prometió que jamás perdería. -Aseguro rápidamente Jimin.

El se rió de lado y bajó su rostro.

-En una pelea todo puede pasar, si no reaccionó o si incluso muero, Jin te mantendrá a salvo, en este momento no tengo ninguna certeza. Jin te sacaría del país si es necesario.

Jimin se quedó sin palabras.

¿Cómo podia proponer ese escenario tan horrible?

- No confío en nadie más que en ese par. -Dijo el pelinegro refieriendose a Jin y a Nam.

Jimin bajó su mirada hacía sus manos haciendo que las lágrimas resbalaran fuera del campo de visión del mayor.

-Te tengo que proteger a cualquier costo.

Jimin apretó los ojos, no podía creer lo que acababa de escuchar.

-¿Jimin?

El menor limpió sus mejillas y alzó su rostro. No sabía por qué lo último que había dicho el mayor había sido lo último que quería escuchar, estaba tan confundido.

-Soy como su hermano menor, ¿No es así?

Jimin sostuvo su mirada con valor.

-Otra vez con la misma estúpidez.