VIII

397 38 0
                                    

SEGUNDA PARTE

ADULTEZ

VIII

23 años

Las cosas para Taehyung habían cambiado demasiado en los últimos años y Hoseok tenía el sentimiento ambivalente de volver y ver las cosas ahí mismo donde estaban, pero no eran iguales. Era diferente, Seúl era diferente, pero podía reconocer hasta ese árbol del aeropuerto que florecía cuando se fue.

Cuando volvió aquel verano no pudo ver en persona a aquel adolescente, pero sí en todos los anuncios publicitarios alrededor desde Gwangju. Taehyung se había vuelto, desde que desapareció de Seúl, un ente que le acompañó en todo momento desde que había escalado en la industria. De ser un modelo local pasó a la escala nacional en poco tiempo. Participaba en muchas campañas por lo que por más que intentó no pensar en él en Gwangju, jamás pudo perderlo del radar, siempre estaba ahí y siempre de sus oníricos labios aparecían palabras de amor. Hoseok en algún punto creyó que era una especie de karma castigándolo. Lo que podía decir es que ahora más recuperado y acostumbrado a la invasión de Taehyung en su mente, nada le impedía volver.

Cuando llegó al aeropuerto con el insoportable calor de la estación y sintiendo que todas las cosas estaban considerablemente mejor a como cuando se fue, Seokjin junto a Namjoon fueron quienes le recibieron. Se le hizo nostálgico ver aquellas caras conocidas y la melancolía los llenó; eran tres amigos de casi cuarenta años, que se hubieron de conocer a sus diez. Seokjin con su regreso sentía que estaba recuperando algo importante que perdió y Namjoon quería recuperar la alegría de su pareja que no había vuelto a ser el mismo desde hacía tiempo.

Hoseok, con una santa ingenuidad y su debido miedo del momento, realmente no sabía el impacto que había causado su partida.

Después de unos amargos cafés, unas risas demasiado estrepitosas, anécdotas y fotos de sus vidas, por alguna razón Hoseok quiso preguntarle a Seokjin por Taehyung cuando comentó que su madre había tenido otro bebé al momento de su partida a Gwangju. Pero nadie sacó a relucir a Taehyung ni siquiera cuando le vieron en la gran pantalla del aeropuerto, modelando un espectacular traje con una imponente capa negra sujetada por unas hombreras con toques dorados, con el oscuro cabello contrastando con una luz en su rostro y el fondo negro. Hoseok le miraba sin creer que era el chico de rulos que había recogido tantas noches, que declaraba amores al aire, a su hermano mayor y a los dulces. Seokjin, por su parte, se incomodaba de ver a Hoseok con una luz vibrante en sus ojos ante la figura de su hermanito.

Sin decir nada, todos sabían los motivos por los que Hoseok se alejó. Pero Seokjin no quería hablar de eso.

...

En esa tarde de verano Taehyung tenía el corazón acelerado cuando encontró a Yoongi en el camerino esperándolo. Venía por el segundo vestuario de una sesión de fotos con una temática que le sentaba tan maravillosamente que nadie quería quitarle los ojos de encima; el traje gris que llevaba este ahora alto hombre era elegante, hecho a su medida exacta para lucir su esbelta silueta y exponiendo en el escote en triangulo una blanca camisa que no tenía abrochado su primer botón, dejando al aire marcadas clavículas que brillaban con ese leve sudor y que Yoongi tantas veces había besado. El marcado cuello del modelo estaba a la vista del sofocado Min Yoongi, quien no podía dejar de mirarlo o ver como revolvía su abundante cabello que le causaba tanto calor en la nuca.

Y Taehyung lo miraba y solo podía pensar que la mirada de ese hombre era lo que le hacía sonreír tanto.

- Te queda bien el traje – dijo Yoongi con coquetería en los labios, soltando la silla y caminando de a poco hacia el modelo, mientras su mirada subía y bajaba hacia su figura.

Hyung [Taegi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora