XV

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18 años

Un día, Kim Taehyung se dio cuenta de algo. Se dio cuenta de que el amor no era algo permanente, estático ni eterno. Se dio cuenta que era algo hermoso, que le enseñó tanto, así como le hizo mal, y se dio cuenta entonces de que ese amor que siempre remarcó como eterno y para siempre y lo que es más doloroso, como correspondido, no lo era; con la huida de Hoseok, Taehyung lloró mares de lágrimas, pero también se dio cuenta de lo fuerte que se sentía cuando vio superado algo tan doloroso.

De pronto ya había pasado un año desde que se había ido y Taehyung aun respiraba, aun cuando en el momento de su partida se le dificultaba tanto hacerlo. Se dio cuenta de que el cielo esa noche estaba hermoso y que esas noches tristes también lo había estado. Que la luna seguía brillando y su corazón seguía estando ahí latiendo aun cuando sintió que se había roto en miles de pedazos hace un año. Taehyung remarca este hecho como una línea divisoria entre su infancia y su nueva vida, diciendo adiós a ese primer amor y empezando a mirar a otra parte cuando Hoseok aparecía en sus sueños; cuando se dio cuenta que de amor nadie se muere.

Se dedicó entonces a lo que quería ser en su vida; las puertas se le abrieron y Kim Taehyung sobresalió de inmediato en las pasarelas de moda. Los diseñadores adoraban su porte y su obstinación para opinar abiertamente en lo que usaría, demarcando detalles particulares que dejan marca y que lograron convencer. Mostraba disciplina, respeto y carisma, y lo que mas amaban, talento y gracia. Se desempeñó como modelo independiente por varios años con Yoongi a su lado y cuando Taehyung cumpliera los veintiún años se le ofrecería un importante contrato con su empresa actual donde como condición pondría que Min Yoongi fuera su mánager principal.

Anteriormente, cuando Kim Taehyung y Min Yoongi de diecinueve años trabajaban por si solos, Taehyung se quedó una noche en casa de su amigo cuando se les dificultó conseguir un auto para devolverse a su casa después de una pasarela nocturna. Durmieron en los espacios que acostumbraron, donde notó que el cepillo de dientes que usaba cuando se quedaba a dormir seguía donde siempre, así como la colcha calentita que le gustaba de la casa Min y que Yoongi acomodaba sagradamente en el suelo a un lado de la cama. Apagaron las luces y pronto escuchó como Yoongi roncaba sutilmente.

Taehyung tenia insomnio y de pronto, la colcha no le daba suficiente calor. Fue a la cama de su amigo y se recostó a su lado, despertándolo, pero Yoongi no le tomó importancia; en ese momento Taehyung comenzó a divagar abiertamente, mirando la habitación a oscuras y reflexionando en que conocía cada rincón de esta. Conocía los peluches sobre la repisa que Yoongi se negaba a tirar aun siendo uno de un ex que le duró poco tiempo. Conocía la telaraña en la esquina y la araña que vivía en ella; conocía la rama de afuera que chocaba con la ventana por el viento cada vez que crecía después de que Yoongi se hartara y la cortara. Y conocía las pestañas cortas de su amigo, y que su perfil era suave de ver. Que su clavícula se remarcaba con la posición en que dormía y que, si lo besaba, le regañaría. Pese a eso, lo hizo.

- Taehyung – Susurra un adormilado Yoongi – Dijimos que no haríamos esto de nuevo.

- Lo sé – Silencio – Pero quiero hacerlo.

- ¿Quieres tener sexo?

- Yoongi.

- No quiero. Busca a alguien más para olvidarte de Hoseok. Ya te dije que, aunque te quiera, no soy el reemplazo de nadie.

- No he pensado en él desde hace mucho – Sonrió Taehyung, al también darse cuenta de eso – Creo que últimamente... Solo puedo pensar en ti – Yoongi no le respondía, manteniéndose de espaldas a él – Yoongi, ¿Seria terrible para ti si te dijera que estoy comenzando a enamorarme de ti? – Yoongi seguía sin responder; el cuerpo se le tensó cuando sintió que Taehyung le abrazaba con cuidado y dejaba un beso sobre su hombro – No tienes que responderme. Pero quisiera que lo pensaras. Que duermas bien – Taehyung se iba dispuesto a dormir en el suelo cuando notó lo tenso que se sentía Yoongi; pero este le detuvo.

- No es necesario que duermas ahí, puedes quedarte en mi cama si sientes frio.

- Depende, ¿Puedo abrazarte?

- Lo harás de todas formas – Rieron.

Min Yoongi no logró devolverle la cara, por lo que durmió – lo apenas que pudo luego de la confesión que Taehyung le había hecho y que le había agitado en demasía el corazón toda la noche – de espaldas, mientras Taehyung le abrazaba esta con cuidado, como si Yoongi fuera a escapársele a mitad de la noche. Lo que comenzó esa madrugada fue otro inicio para Taehyung para su nueva vida, conociendo por primera vez en si mismo entonces esa cualidad desconocida, donde no sabía mantener limites en el espacio personal de la persona que amaba, porque también se dio cuenta que no conocía la felicidad que podía dar el hecho de que el amor fuera correspondido.

- ¿Puedes tirar ese peluche? Me enferma verlo.

- Pero me lo dio Jaebum.

- ¡Exacto! Es tu ex, yo soy tu novio ahora. No me gusta verlo.

- No conocía ese lado celoso tuyo – Le sonrió Yoongi mientras Taehyung se daba cuenta que tampoco lo conocía.

- De todas formas, tíralo o al menos escóndelo, no me gusta verlo.

- Como quieras, don celoso – Dijo Yoongi guardando el peluche en un armario hasta el fondo, siendo luego buscado por Taehyung en un abrazo y tirándolo a la cama para llenarle de besos la cara y la vida de sonrisas. 

Hyung [Taegi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora