Hyung [Taegi]

XIII

- Hyung ¿Por qué... te fuiste de Seúl?

- Por ti – La conversación para Taehyung estaba marcándose por confusiones de considerable importancia. Había cosas que no entendía como el hecho de que, en un momento de enojo, Hoseok revelara el hecho de que siempre siguió su carrera en Gwangju. Y esta última respuesta fue un detonante para más confusiones en su mente.

Hoseok estaba ruborizado ante la confesión que hizo al aire la espontaneidad con la que salió. Fue tan así que ocultó sus labios bajo su mano de prisa y alejó la muñeca que Taehyung tenía prisionera.

- ¡Me refiero a que toda la situación contigo estaba saliéndose de control! Unas noches antes de irme, Yoongi me dijo que dejara de ser tu alcahueta. Discutimos y él... tenía razón... mucha razón.

- No recuerdo eso.

- ¡Y cómo lo harías! – Hoseok miró a todos lados, esperando que nadie escuchara nada de la conversación; comenzó a susurrar – Estabas ebrio durmiendo en el auto.

- Ohh – Taehyung asintió y agachó la cabeza – Sí, no creo haber sido muy listo.

- ¡Estabas siendo un idiota! Y yo también por permitirte tantas consideraciones. Prácticamente te vi crecer así que siempre te consideré-...

- Un hermanito, lo sé – Interrumpió Taehyung.

- Así es – Ambos hombres callaron; uno reconsiderando por millonésima vez en su vida los errores de su pasado y el otro recibiendo una respuesta que le costó asimilar cuando fue creciendo. Ambos se miraron y una sonrisa les nació.

- Perdóname, hyung. No quise perjudicarte en el escenario... Es solo que necesito hablar algo importante con Yoongi y no sé dónde está y ni sé si sabe que estoy aquí, tengo hambre y no he dormido y aún tengo que hacer los ensayos de la dirección, ir al hotel a bañarme y todo el asunto del vestuario y maquillaje...

- No puede ser – Hoseok suspiró ante lo rápido que comenzaba a hablar el modelo. Le miró con cierta pena y soltó un suspiro más pesado – Ve a comer algo rápido; le diré a los chicos que nos tomemos diez minutos y no te preocupes por Yoongi, de seguro en la empresa deben haberle dicho que estás aquí. Ve, rápido.

La intensa conversación se cerró con Taehyung sonriéndole con efusividad y dando una leve reverencia en muestra de agradecimiento a su instructor de baile. Se giró comenzó a andar por el pasillo casi trotando para lograr el tiempo que Hoseok le dio; este en cambio no le quitó la mirada de encima mientras se iba, reconociendo ese andar tan carismático y particular del adolescente Taehyung. Era llamativo incluso en una caminata sencilla para él. Sonrió y se marchó a dar la noticia a los bailarines, sintiendo un poco la respuesta de sus emociones en su corazón acelerado cuando vio que se salvó de una confrontación con una verdad que enterró en el avión camino a Gwangju.

...

Al volver al escenario, lograr un correcto ensayo y que Hoseok diera el visto bueno junto al personal del escenario, este dio libertad de acción para los bailarines y actores y comenzaron a prepararse otros equipos para el espectáculo de esa noche. Taehyung empezó la seguidilla de llamadas hacia el celular de Yoongi quien no contestaba y que luego apagó el celular. Taehyung estaba confundido y un poco desesperado; Yoongi no era una persona que no contestara su celular ni de trabajo ni el privado – sobre todo el de trabajo que nunca apagaba a menos que estuvieran fuera del horario de trabajo –.

Su mente se invadió de ideas paranoicas acerca de un posible accidente, un problema en la empresa; escenarios malos para la seguridad de su novio. Luego se le ocurrió llamar a otro miembro del staff solo para que le dijeran que Yoongi debería estar ahí con él, que dudaban mucho que Yoongi faltara a su fuerte sentido de responsabilidad y que era inútil pensar en que se quedó dormido. Prometieron ubicarlo pronto y Taehyung quiso confiar en el staff y se despidió para colgar, aunque la duda se quedó ahí en todo momento. Llamó y llamó hasta que después diez minutos antes de ir a ensayar el guión de MC, Yoongi finalmente contestó.