Cap 12

187 23 8
                                    

Dimitri tenia su cara notablemente sonrojada y se encontraba frustrado por no poder haber tenido oportunidad de reclamarle sus acciones al peliblanco, habían pasado muchas emociones ese día; la pelea con Dan, la discusión de sus padres, encontrar a sus amigos saliendo de la escuela, ir por primera vez a un grupo de estudio, ir a una casa nueva, darse cuenta que sus conocimientos superaban al de las personas de su edad, la explosión, su cuerpo fantasma y el nuevo personaje en su vida que daba pinta de ser su sugar daddy. Era demasiado, mucha información que tenia que procesar ese día.

Tomó aire, acomodo su ropa y justo cuando dio la vuelta para encaminarse dentro del circo apareció la cabeza de Dan flotando de cabeza a la altura de su cara, con una notable molestia en su rostro.

- ¿Quién demonios era ese tipejo?

Dimitri había tomado un pequeño salto hacia atrás tras darse cuenta de la presencia del fantasma.

- ¡Mierda! ¿Qué demonios Dan? Casi me matas del susto.- Dicho esto puso una de sus manos en su pecho y regulaba su respiración.

- No has respondido mi pregunta. ¿Quién era?.- Los ojos de Dan comenzaban a brillar haciendo notar su brillo rojizo.

- Es un conocido, de los chicos que encontramos en los videojuego el otro día en la plaza.- Se irguió mirando con molestia al fantasma que cada vez aumentaba su enojo.

- ¿Los conocidos te besan la mano? ¿ Los conocidos se acercan tanto como para besar tu oido?- Mientras preguntaba esto daba vuelta mientras flotaba para ponerse en el mismo sentido que Dimitri, pero seguía flotando.

Los recuerdos de las sensaciones que aquel hombre transmitía en Dimitri cada vez que se acercaba lo hacían volver a avergonzarse.

- Es un buen conocido.- Dimitri ni si quiera había podido pensar bien lo que acababa de salir de su boca y solo se dio cuenta de que la había cagado cuando Dan ya no disimulaba su cara de enojo.

El mayor tomó a ojiazul como su fuera un saco de papa y cargándolo en su hombro fue volando hacia el vagón de este.

- ¡Oye Dan, bájame!

Hizo caso omiso a las pataletas del menor, volviéndolos intangibles a ambos atravesó el techo del vagón y lo dejó caer en la cama. Dimitri dejó escapar un quejido al chocar con su cama, mientras cerraba sus ojos fuertemente y rebotaba por los resortes de la cama. Quiso reclamar a Dan por la manera tan brusca en que este lo había dejado pero justo cuando abrió los ojos y la boca este se acercó rápidamente a él para besarlo con desesperación.

- No debes de dejar que nadie te toque.- Decía Dan entre los besos que le proporcionaba a Dimitri, este trataba de alejarlo empujando su pecho con sus manos pero Dan era más fuerte que el y estaba ejerciendo mucha fuerza en sus caderas para atraerlo fuertemente, tanto que Dimitri estaba seguro que si levantaba su camisa podría notar moretones de los dedos marcados de Dan.

El más alto comenzaba a levantar la camisa de su amado para dar paso a sus manos juguetonas que estaban ansiosas de tocar todo de él, ponía su rodilla muy cerca de la entrepierna del menor causando roses violentos entre estos e incluso había ocasiones en que sus manos bajaban peligrosamente a su trasero.

- Dejame, enserio.- Dimitri trataba de hacer que el otro lo dejara en paz pero el otro era un maestro en ignorar sus peticiones. No le daba importancia a los reclamos, su pensamiento se encontraba nublado por los celos y la rabia, lo único que quería era reclamar al menor como suyo.

Dimitri comenzó a entrar en pánico, le gustaba Dan y se había planteado muchas veces llegar hasta al final con él, incluso había fantaseado con ello, pero ahora ya no estaba seguro de sus sentimientos. ¿Amaba lo suficientemente a Dan como para dejar que lo tomase?

FreakshowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora