Freakshow

Capítulo 2

N. Narradora

Habían pasado 5 días desde el secuestro de Daniel, su padre se encontraba furioso, ansioso y somñoliento, pues desde el secuestro del pequeño no había podido pegar ojo en ningún momento, se la pasaba investigando e inventando todo lo que le ayudara a recuperar a su hijo. Pero, como era de esperarse de Jack Fentom, cada paso hacia adelante que daba para llegar a su pequeño, cometía una estupidez y lo hacía retroceder dos.

Por otro lado, Maddie había caído en una fuerte depresión que le duró los primeros 3 días desde la noche trágica, no pegaba bocado, se la pasaba echada en cama llorando y suplicando que su pequeño volviera e incluso, hubo una ocasión en la que casi atentaba contra su vida, pero, ver a Jack dando todo de sí para encontrar a su hijo la lleno de ánimo y se concentró en recuperarse todo lo posible tanto física como mentalmente para poder ayudar a su esposo, para el 5to día de la desaparición de Danny ella ya se encontraba ayudando en la investigación en una silla del comedor, buscando información, acomodando detalles y atando cabos.

Jasmine, sabiendo lo que le ocurrió a su hermano, entró en un pequeño shock que al ver a sus padres actuando de esa manera solo hizo que su salud mental empeorara, ella también había entrado en un lapso de depresión infantil, pues era una enfermedad genética por parte de su madre, fácilmente podrían caer en esa enfermedad cuando menos lo esperaran, y esa estaba siendo la situación. Tanto Jack como Maddie habían dejado de ponerle atención, pues todo su tiempo se daba para encontrar a Daniel.

Pero a la persona quien más le iba a afectar la noticia se encontraba buscando en las tiendas de la mejor calidad muebles para el cuarto de un bebé...

8 Días después de la noche trágica, un muy feliz y animado Vlad se encontraba afuera de la casa de los Fentom con un camión de mudanza llena de muebles de calidad para el cuarto de Daniel, les dijo a los conductores que esperaran unos minutos para llamar a la puerta y dar la sorpresa, pero en el momento en que tocó aquella puerta supo enseguida que algo iba mal, sus sospechas se confirmaron al ver a Jazz abrir la puerta.

La pequeña se encontraba desnutrida, pálida y el usual brillo juguetón que adornaba sus ojos había desaparecido por completo, parecían dos huecos azules completamente carentes de emoción, pero al ver a Vlad su rostro pareció recobrar una pizca de felicidad que creyó perdida.

- Tío Vlad. – Su delicada voz sonaba apagada pero haciendo un esfuerzo por salir, se dejó caer a los brazos del mayor y pequeñas lágrimas salieron de sus ojos, pero fueron escazas.

Vlad no podía creer lo que veía, ¿Esa era la misma pequeña que había visto hace aproximadamente una semana? La sostuvo entre sus brazos por unos minutos hasta que escuchó cierto traqueteo en la cocina de la casa. Intrigado, Vlad cargó a la pequeña para dejarla sentada un momento en la sala y le indicó que no se moviera de su lugar, a lo que ella asintió. Entró a la cocina solo para observar que esta era un desastre total, sin mencionar que, Jack y Maddie se encontraban totalmente inmersos en investigaciones pero lo que más le intrigó a Vlad fue el hecho de las botellas de vino y las latas de cerveza en el piso, ambos tenían enormes ojeras en los ojos y estaban notoriamente ebrios.

- ¿Jack? ¿Maddie?

Ambos dejaron sus actividades para voltear a ver a Vlad, Maddie regresó a su labor mientras que Jack se levantó y tambaleándose de un lado a otro dijo:

- Hombre V ¿qué mierda haces aquí? ¿no deberías estar en tu mansión de porquería con tu vida perfecta? No tienes nada de qué preocuparte, a excepción de conseguir a alguien que pase el resto de tu miserable vida contigo – Estaba molesto, se notaba el olor a alcohol en su aliento. Vlad ardió de furia pero logró contenerse.