Lisa se sintió aliviada de que no tenía ninguna clase cuando se despertó. Todas sus compañeras estaban en clases, por lo tanto, solo era ella y Jennie en el apartamento. Se dio cuenta de que la chica más pequeña amaba las puestas de sol cuando fue despertada por una voz suave.
—Lili—susurró Jennie, tocando el brazo de Lisa suavemente—Lili, mira.
Lisa se quejó, frotándose los ojos y abriéndolos a tiempo. Antes de lo que estaba acostumbrada. Ella bostezó, sentándose y mirando a Jennie. La pequeña estaba sentada en el borde de la cama de Lisa mirando por la ventana a poca distancia. Se dio la vuelta con una amplia sonrisa en su rostro cuando oyó a Lisa sentarse.
—Mira, Lili, mira el cielo—intervino, señalando la ventana. Lisa no pudo evitar sonreír ante el entusiasmo de Jennie tan temprano en la mañana. Se sentó junto a la chica y amplió sus ojos cuando vio justo lo que Jennie estaba mirando.
—Es bastante... —susurró Lisa. El amanecer era increíble esa mañana. Era un brillante naranja, iluminando el cielo e incluso dejando teñidas rayas naranjas de luz a través del piso de la habitación de Lisa. Había manchas de color rosa salpicado por todas partes, también. Si el cielo estaba así de hermoso cada mañana, a Lisa no le importaría despertarse tan temprano.
Jennie asintió suavemente.
—Colorido—añadió, dirigiéndose a Lisa con una sonrisa sincera. Lisa se rió en voz baja y se pasó una mano por el pelo sucio de la mañana. El comentario de Jennie de repente le dio una idea y se puso de pie.
—Voy a conseguir algo, ¿de acuerdo? Vuelvo enseguida.
Jennie volvió a mirarla, preocupada. Ella levantó su dedo meñique y se mordió el labio.
—¿Promesa?—preguntó inclinando la cabeza hacia un lado.
—Por supuesto—Lisa sonrió y entrelazó sus meñiques. Señaló a la ventana—¿Ves ese coche negro, justo ahí?—preguntó. Jennie asintió—Tengo que conseguir algo de su interior, pero luego regresaré.
—Está bien—Jennie sonrió suavemente. Se levantó y presionó sus palmas contra la ventana—Voy a saludarte.
Riendo, Lisa asintió.
—Y yo voy a regresarte el saludo—se rió. Jennie la observó mientras Lisa salió de la habitación, y la chica de ojos mieles estaba pronto en su camino por las escaleras de su edificio de apartamentos.
Normalmente, ella no dejaba el apartamento en pijama. Pero Jennie la hacía hacer cosas locas, y por alguna razón a ella no le importaba. Una vez que estaba en el estacionamiento, ella miró hacia arriba tratando de ver si podía encontrar donde estaba la ventana de su apartamento. Ella notó un destello de blanco y se rió, saludando a Jennie desde abajo.
Ella probablemente se veía como una idiota en el momento, pero a Lisa no le importaba. Finalmente llegó a su coche y abrió su baúl, reuniendo el caballete y las pinturas que había tomado de su profesor. Cerró su coche, y corrió de nuevo al edificio.
Antes de que pudiera poner la llave en la puerta, se abrió de golpe. Lisa se rió cuando vio a Jennie sonriendo ampliamente del otro lado.
—¡Te vi! ¡Me saludaste!—Jennie habló. Lisa asintió y se metió dentro del apartamento. Se dirigió hacia la pared de ventanas en el fondo de la sala y comenzó a acomodar sus cosas. Mientras Jennie la seguía de cerca.
—¿Qué es esto?—preguntó Jennie. Se agachó y tomó un pincel, agitándolo de nuevo delante de la cara de Lisa. La chica de ojos mieles rápidamente lo tomó y rió.
—Mi pincel—lo colocó en el hueco que tenía el caballete. Comenzó a abrir los tubos de pintura y a mezclar pequeñas gotas juntas para crear los colores que necesitaba. Mientras que Jennie la veía con asombro.
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Yellow (Jenlisa) -CORRIGIENDO-
FanfictionPrimer libro de la trilogía 'YELLOW' Lalisa Manoban odiaba a Jennie Kim, simple y llanamente. Por supuesto, ¿quién podría culparla? Jennie había sido la que leyó sus textos privados de Lisa frente a toda la cafetería, obligándola a salir del armario...