Yellow (Jenlisa) -CORRIGIENDO-

Capítulo 8

—Lili—se quejó Jennie, zafándose de los brazos de Lisa y tocando a la chica rubia en el hombro—Arriba, Lili, arriba—le dio un codazo al costado de Lisa y resopló.

Jennie se iluminó tan pronto como los ojos de Lisa se abrieron.

—¡Lili! ¡Hay luz, Lili!—señaló felizmente la ventana, mostrándole a la chica rubia que el sol acababa de abrirse camino sobre los edificios a su alrededor.

Bostezando, Lisa se sentó y trató de recordar que había sucedido la noche anterior. ¿Qué día es hoy? Mierda. Tenía clase en menos de una hora.

—Gracias—asintió hacia Jennie y salió de la cama, hurgando frenéticamente en sus cajones para encontrar algo presentable para ponerse. Jennie se sentó en silencio en la cama, observando cómo Lisa se cambiaba a un par de jeans y un suéter ligero.

—¡¿Nayeon?!—llamó Lisa, corriendo por el pasillo y después dentro de su baño. Jennie la seguió de cerca, de pie en la entrada y observando cómo Lisa se ponía una fina capa de maquillaje, tratando de parecer más despierta.

—¿Huh?—Nayeon asomó la cabeza por la puerta, Rosé y Jisoo ya estaban en clase, y Nayeon no tenía clases hasta más tarde esa noche. Lisa regresaría a casa de sus clases alrededor del mediodía.

—Tengo clase—Lisa asintió en dirección a Nayeon antes de cruzar el pasillo y sacar su mochila de su habitación. Jennie continuó siguiéndola mientras metía sus pertenencias dentro de la mochila—Así que tienes que cuidar a Jennie.

Nayeon solo asintió, se pasó una mano por el cabello y siguió a las otras dos chicas escaleras abajo. Lisa agarró sus llaves pero se detuvo justo cuando estaba a punto de abrir la puerta y salir. Jennie estaba justo atrás de ella, mirándola expectante.

—No puedes venir conmigo—Lisa levantó una ceja hacia Jennie—Tienes que quedarte aquí con Nayeon.

—No—Jennie negó con la cabeza.

—Si Jennie, tengo clase—Lisa golpeó su pie con impaciencia.

—Sí—Jennie asintió una vez, causando que Lisa gruñera. Le envió a Nayeon una mirada suplicante, y la chica bajita agarró el brazo de Jennie. 

—Jendeukie, podemos hacer panqueques para Lisa cuando vuelva—ofreció, asintiendo a Lisa para que se fuera mientras que Jennie estaba distraída. Lisa murmuró un "gracias" y salió por la puerta, justo a tiempo para oír a Jennie quejándose cuando la puerta se cerró.

Tratando de deshacerse de cualquier culpa que tenía por irse, Lisa echó la mochila en el asiento del pasajero y salió a toda velocidad por la calle. La corta distancia de su escuela le dio tiempo para pensar en todo lo que estaba pasando con Jennie. No entendía muy bien cómo se estaba volviendo tan apegada a la chica.

Finalmente, llegó fuera del edificio. Se dio cuenta de que llegaba cinco minutos tarde y se maldijo mentalmente por haber olvidado poner la alarma la noche anterior. Lisa había estado demasiado distraída por Jennie.

Tomó su mochila y corrió hacia el edificio, notando que su maestro ya había comenzado a enseñar. Suspirando, abrió la puerta lentamente y sintió los ojos de todos sobre ella. Su maestro dejó lo que estaba haciendo y se giró para mirarla. Ella hizo una mueca, sabiendo que él era uno de los profesores más estrictos de la escuela.

—Parece que por fin ha decidido unirse a nosotros, señorita Manoban—asintió una vez hacia Lisa, que estaba de pie en silencio en la puerta—Ya recogí los trabajos que habíamos dejado, así que por favor pon los tuyos en tu carpeta y agarra otro juego de pinceles para ti.

Lisa asintió rápidamente, agradecida de no haberse metido en demasiados problemas. Rara vez llegaba tarde a clase. Corrió hacia la parte de atrás del salón de clases, deslizando su mochila en sus manos y buscando los bocetos que había hecho la noche anterior. No estaban a la vista.