—Así que ella básicamente es libre. Quiero decir, no va a la cárcel—Jisoo le explicó a Lisa mientras caminaban de regreso a la camioneta—Está obligada a empezar a ver a un terapeuta y unos pocos médicos especialistas, pero eso es todo. Dijeron de la autopsia de su tío que era obvio que el arma había sido disparada por accidente. Ella debió haber estado tratando de quitársela y apretó el gatillo por accidente.
—Maldita sea—Lisa se mordió el labio, deslizándose en la parte trasera de la camioneta.
—Lili—Jennie dijo alegremente, metiéndose en la parte trasera de la camioneta de Jisoo y deslizándose rápidamente justo al lado de Lisa. Las cinco chicas habían decidido ir a cenar para celebrar la absolución de Jennie. Lisa estaba en el séptimo cielo.
Rosé se deslizó en la parte posterior del coche junto a Jennie, Nayeon y Jisoo en la parte delantera. Jisoo hizo un guiño a Lisa en el espejo retrovisor, por lo que las mejillas de la chica de ojos mieles se ruborizaron cuando se dio cuenta de que Jennie estaba prácticamente sentada en su regazo.
—Hola—Jennie sonrió ampliamente, su cara a poca distancia de la de Lisa. No parecía importarle que había otras tres personas en el coche viéndolas.
—Hola—Lisa se rió, sintiendo la sensación ya familiar de las mariposas en el estómago. Jennie abruptamente se inclinó, besando a Lisa rápidamente volteándose para asegurarse de que todo el mundo las había visto.
—Mi Lili—Jennie anunció con orgullo. Lisa fue sorprendida por el beso, y momentos después los labios de Jennie estaban en contra de ella otra vez. Esta vez Lisa la atrapo, y la besó suavemente de regreso. Sintió a Jennie sonreír contra sus labios y no pudo evitar hacer lo mismo. Cuando el beso se rompió, la cara de Lisa se puso roja cuando sintió que todos los ojos estaban puestos en ella.
—Asqueroso—Rosé murmuró en voz baja, enviándole a Lisa sonrisa juguetona a través del espejo. Lisa la empujó juguetonamente, lo que causó que Jennie se riera. Rosé se movió para poder empujar a Lisa, pero Jennie se arrojó entre ambas para detenerla.
—Sé buena—Jennie asintió una vez, tomando las manos de Rosé y alejándolas. La chica neozelandesa levantó una ceja.
—¿Así que Lisa me puede golpear, pero no puedo golpearla devuelta?—ella y Lisa intercambiaron miradas. La chica de ojos mieles se echó a reír.
—Sí. Se buena—Jennie soltó las manos de Rosé y se escabulló al lado de Lisa. Rosé puso los ojos en blanco juguetonamente.
Una vez que llegaron a la pizzería, Jennie tiró de Lisa para salir del coche y prácticamente la arrastró dentro del restaurante. Fueron llevadas a una gran mesa en la parte de atrás, donde Jennie insistió que ella se sentaría junto a Lisa. Como si las chicas les permitieran sentarse alejadas.
—¿Qué vamos a pedir?—preguntó Nayeon, volteando el menú para seguir leyéndolo. Jennie frunció las cejas y se inclinó sobre la mesa, tomando el menú que Nayeon sostenía y viéndolo.
—Pizza—asintió con la cabeza una vez, apuntando a la foto en el menú y sonriendo con orgullo. Las otras cuatro chicas se miraron y se encogieron de hombros, pensando que pizza sería todo lo que necesitaban. La camarera se acercó y tomó su orden, prestando especial atención a Lisa todo el tiempo.
Ahora Jennie podía ser bastante especial, pero ella no era estúpida. Ella vio el guiño de la camarera a Lisa y de inmediato se acercó más a la chica. Al momento en que la camarera recogió sus menús y abandonó la mesa, Jennie estaba prácticamente en el regazo de Lisa.
—¿Qué estás haciendo?—Lisa se rió, envolviendo un brazo alrededor de Jennie. La pequeña miró a la camarera moverse por el restaurante y Lisa siguió su mirada, dándose cuenta a quien estaba viendo—¿Ella?—preguntó Lisa, levantando una ceja. Jennie la miró, con preocupación evidente en sus facciones. Esto solo hizo reír a Lisa y agitar la cabeza—¿Por qué la querría a ella cuando te tengo a ti?
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Yellow (Jenlisa) -CORRIGIENDO-
FanficPrimer libro de la trilogía 'YELLOW' Lalisa Manoban odiaba a Jennie Kim, simple y llanamente. Por supuesto, ¿quién podría culparla? Jennie había sido la que leyó sus textos privados de Lisa frente a toda la cafetería, obligándola a salir del armario...