Ella tenía sentimientos por Jennie.
Lisa miró a la pequeña chica a su lado y se mordió el labio. ¡Por supuesto! No podía haberse enamorado de la chica amigable que siempre le sonríe en Starbucks o la chica de cabello rubio en su clase de historia del Arte.
No, ella tenía que enamorarse de Jennie. El desordenado tornado humano excéntrico, que había aparecido en su puerta.
Pero Jennie era tantas otras cosas para Lisa. Adorable, cariñosa, simpática, genuina, graciosa, torpe, encantadora, y amarillo. Amarillo.
Lisa entendió por qué a Jennie le gustaba tanto ese color. Jennie era la equivalencia humana del color amarillo. Brillante, alegre y gozosa. Amarillo era también el color del Sol, lo cual Lisa consideró irónico.
Así que, para responder a su propia pregunta, sí. Lisa dejaría que Jennie la besara. Sólo había un problema, y eso fue el hecho de que Lisa no tenía idea de que si Jennie sabía lo que besar significaba. ¿Qué pasa si Jennie sólo quería besar a todos los que conocía?
Era obvio que Jennie era capaz de amar. Lisa lo podía decir por la forma en que la chica más pequeña le dio la más gentil de la atención a algo tal trivial como una flor. Jennie amaba. Jennie amaba todo.
Pero, ¿Jennie sabía amar?
El hecho de que Lisa pudiera verse amando a Jennie la sorprendió incluso. Ella nunca se había visto a sí misma enamorarse. De hecho, Lisa básicamente había renunciado a cualquier tipo de relación antes de conocer a Jennie.
A Lisa no le gustaba la gente. La mayoría de la gente. Le gustaba su familia, sus amigas y ahora Jennie. Eso era todo.
Ella siempre tenía miedo de que alguien estuviera tratando de hacer amistad con ella por razones equivocadas. O que alguien estuviera siendo amable con ella por una broma. Odiaba los secretos, las mentiras, y todo lo demás que la mayoría de la gente consideraba una parte normal.
Pero ahora estaba Jennie. Jennie era pura, Jennie era inocente. No había siquiera una palabra para describir a Jennie. Ella era tan genuinamente Jennie.
No había manera de saber si Jennie de verdad tenía sentimientos hacia ella. Lisa suspiró pesadamente, al darse cuenta de que tendría que esperar y ver qué pasaba.
Jennie levantó la cabeza y frunció las cejas cuando sintió el suspiro de Lisa.
—¿Lili?—ella inclinó la cabeza hacia un lado—¿Estás triste?
Lisa se rió suavemente y sacudió la cabeza.
—No, tonta—ella arrugó la nariz—Estoy cansada—se dio cuenta de que Jennie bostezaba y se dio cuenta de que la chica más pequeña probablemente estaba todavía agotada por la noche anterior. Ambas no habían dormido mucho.
—Buenas noches, Lili—Jennie murmuró, antes de colocar su cabeza en el hombro de Lisa.
Lisa se mordió el labio para evitar sonreír. Miró hacia el techo por un tiempo, continuando con sus pensamientos acerca de Jennie.
La mano de Jennie se cayó suavemente y Lisa se rió cuando se dio cuenta de que estaba dormida. Ella se acomodó un poco sobre el sofá para que pudieran caber bien ambas. Ella apoyó la cabeza hacia atrás y suspiró suavemente, invitando al sueño para que la alcanzara. Eventualmente sus párpados se volvieron pesados y se quedó dormida.
Mientras tanto, Jisoo y Rosé estaban saliendo de su única clase ese día. La chica coreana se secó el sudor de la frente y tomó un gran trago de su botella de agua.
—Estoy derrotada—Jisoo resopló mientras Rosé agarraba su bolso y se lo colgaba al hombro.
—Yo igual. Y me muero de hambre—Rosé agarró su estómago para dar énfasis. Jisoo asintió en señal de acuerdo.
ESTÁS LEYENDO
Yellow (Jenlisa) -CORRIGIENDO-
FanfictionPrimer libro de la trilogía 'YELLOW' Lalisa Manoban odiaba a Jennie Kim, simple y llanamente. Por supuesto, ¿quién podría culparla? Jennie había sido la que leyó sus textos privados de Lisa frente a toda la cafetería, obligándola a salir del armario...