Capítulo 4

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Emily:

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Emily:

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Pude sentir el poco alcohol y el olor a cigarrillo en sus húmedos besos, quiza si cerraba los ojos podía pensar en mi loquero sexy. Pero no, queria coger con alguien que me hiciera borrarlo de cada centímetro de mi cuerpo.

Sus manos vagan por mi cuerpo, se siente tan bien esto, enredo mis dedos en sus rubios cabellos, me toma de las piernas para obligarme a rodear su cadera.

Conmigo a cuestas se sienta en el sillón que ya esta envuelto en plástico, pero realmente no importa, comienzo a quitar su chaqueta y su camiseta, debajo no tiene nada mas que sus tatuajes.

Me despego un poco para verlos, paso mis manos por ellos, me gustan.

Eres perfecta — dijo mientras yo admiraba su pecho

Tome su cara entre mis manos para seguir besándonos, empezó a deshacerse de mi blusa, tomo mis pechos entre sus manos para masajearlos un poco. Sentí su miembro en mi entrepierna.

Raziel me lleva al límite, creí que después de mi loquero sexy, no habría quien me haría desear tanto que me cogieran.

Vamos a un lugar más cómodo — me levanté para ir a la habitación

Obedientemente me siguió, empecé a quitar mis jeans para solo quedar en ropa interior, podía notar el deseo en su mirada, como recorría mi cuerpo, su sonrisa de lado me hacía humedecer.

Me recoste en la cama, seguía mirándome embobado, eso me gusta.

Quiero tu lengua, justo aquí — pase mis dedos por mi intimidad aun sobre la tela de mis pantis

Se acercó mientras se deshacía de sus pantalones, su erección era evidente, gritaba por ser liberada, pero ya tendríamos tiempo para eso. Quitó mis pantis, tomó mi pierna y la puso sobre su hombro, lo hacía con maestría, metió su lengua en mi, luego sus dedos, siguió moviéndolos dentro de mí, mientras su lengua se concentraba en mi centro.

Mi orgasmo se arremolinaba en mi vientre, hasta que me corrí en su boca... no debía pedir permiso.

Era libre

En serio quiero cogerte — su voz retumbaba en mis tímpanos

Hazlo — respondi casi en un susurro — en ese cajón debe haber condones

Raziel se levanto, rebusco un poco, finalmente encontro un condon, escuché como abría el pequeño empaque y se lo colocaba, podía ver cada vena.

Desde que salí al escenario te vi, jamas imagine que estaría aquí, justo en medio de tus piernas — dijo con notoria excitación

Lo estas, ahora has que valga la pena — abrí mis piernas un poco más para incitarlo

Finalmente se introdujo en mí, sus movimientos rítmicos y constantes, se levanto un poco y comenzó a estimularme, sus preciosos dedos me tocan.

Mi Obscura ObsesiónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora