[COMPLETADA]
Segunda parte de "Mi Divina Obsesión"
Sino la has leído, corre a leer para que puedas entender esta segunda parte.
Robert Lance vive en una encrucijada, su amor paternal lo hace dejar a la mujer que cree amar.
Aunque esto le haya tra...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Emily:
+18
Marzo 2017
Estamos en Los Ángeles, invitaron a Andrew a una conferencia, había mucha gente del gremio, todo el mundo lo saludaba y me presentaba orgulloso.
—El sol en tu piel sienta tan bien — dijo mientras ponía bronceador en mis piernas
—Amo la playa con todo mi corazón — suspire
—Quizá podamos establecernos aquí en Los Ángeles, te gustaría? — cuestionó
Lo pensé por un momento, pero la realidad es que si podía imaginar un futuro a su lado.
—Eso me gustaría mucho — voltee a verlo
—Yo haré lo que tú quieras — sonreía — hoy te tengo una propuesta
—Una propuesta? — exclamé
—Si, ya llevamos cuatro meses juntos, va siendo hora que conozcas un poco más de mi — subía sus manos por mis piernas
—Está bien, cuando será tu presentación? — me giré para que el sol me diera de frente
—Mañana por la mañana, después podemos hacer lo que tú quieras — sonrió
—Porque no vas a nadar y yo te veo desde aquí? — le guiñe un ojo
—O podrías ir conmigo y así hacemos el amor en el mar — se acercó a darme un beso
—Hay mucha gente — mire alrededor
—La gente te cohíbe? Eso debe cambiar — tomó mi mano para caminar hacia el mar
Cuando el agua cubría gran parte de nuestro cuerpo se detuvo, me abrazo por la cintura y me pego a él para comenzar a besarme. Me abrace a su cuello y así tomé impulso para rodearlo con mis piernas.
—Quieres hacerlo? — me miró a los ojos
—Sí — asentí muchas veces — pero si nos lleva la marea?
—Soy un buen nadador — sentí como hacía a un lado mi traje de baño
Batalló un poco pero finalmente lo sentí en mi entrada, gemí por eso, hacía pocas horas que habíamos estado juntos.
—Que rico — dije cuando lo sentí dentro de mi
Me beso, intensamente, estábamos unidos por ese apasionado beso, pero necesitaba más, moví mis caderas en busca de fricción.
Ayudaba un poco a mis movimientos pero trataba de no ser tan obvia, había un poco de gente en la playa, aunque eso lo hacía más excitante.
Estuvimos así unos minutos, besaba mi cuello y su erección palpitaba dentro de mi. Sentí el orgasmo formarse en mi vientre.
