Minhyuk atravesó la puerta de la Torre y siguió andando, sin hacer caso del taxi que le aguardaba. Una ira incandescente, más profunda y letal que cualquiera que hubiera sentido antes, ardía en sus terminaciones nerviosas; le causaba dolor, pero también lo mantenía con vida, le permitía seguir adelante.
¡Ese cabrón...! ¡Ese maldito cabrón de mierda!
Se le llenaron los ojos de lágrimas, pero se negó a derramarlas. Eso sería como admitir que había esperado algo más de Hyunwoo, algo humano.
Percibió una esencia familiar y se dio la vuelta con la daga en la mano.
—Lárgate, vampiro. —Su voz destilaba furia.
Sehun se inclinó en una reverencia.
—Me encantaría cumplir los deseos de mi cazador, pero por desgracia... —Se enderezó y sus gafas de sol reflejaron el rostro encolerizado de Minhyuk—... tengo otras órdenes.
—¿Siempre haces lo que te ordena tu amo?
Sus labios se apretaron.
—Permanezco junto a Hyunwoo por lealtad.
—Sí, claro... Como un perrito faldero. —Sacó las garras. Tenía ganas de hacer sangrar a alguien—. ¿También te sientas y suplicas cuando él te lo pide?
De repente, Sehun se encontraba frente a él. Se había movido tan rápido que había logrado sujetar su daga antes de que el pudiera coger aire.
—No me presiones, cazador. Estoy al mando de las fuerzas de seguridad de Hyunwoo. Si por mí fuera, estarías atado con cadenas, gritando mientras alguien te arranca la carne de los huesos.
El aroma sensual del vampiro hizo que la imagen resultara aún más brutal.
—¿No te dijo Hyunwoo que dejaras a un lado el jueguecito de los aromas? —Dejó caer la daga que guardaba en la funda del brazo y la situó en la palma de su mano menos habilidosa. Pero que fuera menos habilidosa no quería decir que no lo fuera. Todos los cazadores sabían utilizar las dos manos.
—Eso fue anoche. —Se inclinó hacia delante. Los rasgos de su rostro eran exquisitos, aunque la curva de sus labios tenía un leve matiz de crueldad—. Hoy, lo más probable es que esté cabreado contigo. No le importará que te dé un discreto mordisco. —Le mostró a propósito los colmillos por un instante.
—¿Aquí mismo, en la calle? —preguntó Minhyuk con la mirada fija en su cuello y muy consciente de la erección que se apretaba contra él.
Él no se molestó en mirar a su alrededor.
—Estamos junto a la Torre del Arcángel. Estas calles nos pertenecen.
—Pero... —Minhyuk esbozó una sonrisa—... ¡yo no, joder! —Movió la daga y dibujó una línea en su garganta.
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Caído
FantasyEl cazavampiros Lee Minhyuk sabe que es el mejor en lo suyo. Lo que no sabe es si será suficientemente bueno para llevar a cabo esta misión. Lo ha contratado el arcángel Soon Hyunwoo, un ser tan bello como peligroso, una criatura que aterraría a cua...