Chiflada.

65 5 6
                                        

Volví a casa acompañada por Luke, y también vino Hugo con nosotros, haciéndome sentir incomoda en la despedida, al besar a Luke con el mirando.

-¿Te llamo luego por teléfono?

-Claro, en una hora o así, ¿vale? Quiero estar un rato con mi tío.

-Vale preciosa. -Hizo amago de darme otro beso, pero Hugo se lo impidió tirando de mí hacia la puerta.

-Si, si, si... Luego habláis Tortolitos. Nos vemos mañana tío. -Rodé los ojos y cogí las llaves para entrar en casa.

-¿A qué ha venido eso? Yo no te impido besar a las chicas que te gustan.

-Error. No me gustan, me ponen.

-Ya llegará la que te guste...

-Dejala que tarde. Por cierto, ¿sabes que Karla lleva desde la fiesta quedando con Niall?

-¿Si? -Hablé irónica.

-Si

-¿Y eso te molesta?

-No, ¿por qué tendría que hacerlo? Lo he dicho simplemente como curiosidad.

-Ya... Que casualidad que en el momento que estamos hablando de gustar, sacas el tema de Karla y sus citas. -Seguí hablando con ese tono irónico, que a mi hermano, pareció irritarle.

-A ver, doña quiero ser psicóloga, lo he dicho porque es tu amiga y con gustar, me he acordado de que no me gusta y de que es un alivio para mí.

-Oye Hugo, engáñate a ti si quieres, conmigo no funciona.

-Pero que es verdad. -Hablaba como un niño pequeño cuando no le creía, era realmente gracioso.

-Vale, tu sabrás. Si quieres hablar con doña psicóloga de esto, estará en el salón. -Di por finalizada la conversación mientras entraba en el salón a ver como se encontraba mi tío. Y para mi sorpresa, mi padre estaba en casa.

-Hola pequeña. -Habló mi tío sacando una sonrisa desde su silla de ruedas.

-Hola. -Me dirigí a ambos mientras iba a darle un beso a mi padre y seguido a esto, otro a mi tío. -¿Cómo te encuentras? -Dije refiriéndome al último mientras que mi hermano mayor, entraba en el salón, saludando.

-Con fuerzas. -Contestó mi tío, después de saludar a Hugo. Su respuesta me hizo sacar una gran sonrisa, ya que sabía que de verdad lo estaba intentando. Se levantó de la silla de ruedas.

-¿Qué haces? -Pregunte asustada, cuando ví que se agarraba su pecho asustado.

-Tranquila, estoy bien.

-¿Te duele algo?

-No, no, de verdad, estoy bien.

-Por favor, si te pasa algo dímelo, no me mientas... -Lágrimas amenazaban con salir de mí. Últimamente estaba muy sensible, y más si se trata de mi tío.

-No lo hago, tengo que cuidarme, una promesa es una promesa.

-¿Promesa? -Habló mi padre, perdido ante nuestra conversación.

-Mi joven psicóloga es demasiado protectora, y me ha hecho prometerle que me voy a cuidar.

-Bueno, eso está bien. A veces la psicóloga ñoña tiene razón ,pocas, pero hay alguna y esta es una de ellas. -Comentó esta vez Hugo.

-Va a ser la mejor psicóloga de la familia. -Dijo mi padre haciendo una broma referida a mi tío.

-Sin duda alguna, la tía Claris era un poco mala dando consejos. -Siguió la broma a su hermano, relacionándola con una tía que tenemos, que a pesar de estar medicada, sigue estando un poco... ¿Cómo decirlo sin que suene grotesco? ... Dejemoslo en Chiflada.

-Oye papá, ¿donde está mamá?

-En casa de tu prima comprando unos billetes de avión.

-¿Y eso?

-Resulta que se nos ha estropeado el ordenador.

-Papá, me refiero a lo de los billetes de avión.

-Ah, tenemos que hacer un viaje a España por negocios.

-¿Tenemos? -Hablamos Hugo y yo al unísono.

-A ver, a ver, para el carro. ¡¿Nos vamos a volver a mudar?! -Dijo Hugo cabreado.

-¿Queréis calmaros? Nos vamos mamá y yo, y solo van a ser un par de semanas.

-Pues empieza por ahí. -Contestó mi hermano mayor mientras suspiraba. Es normal que pensaramos primero en la opción de mudarnos, ya que fue así como nos lo dijeron otras veces... "Dejándolo caer" dicen ellos, yo digo "tomándonos por bobos".

-Os quedaréis con Fred, ¿vale? Y si le pasa algo, o veis que el no puede ayudaros con algo, llamáis a vuestra tía, que esta aquí al lado.

-¿Y cuando os vais? -Pregunté.

-A las 5 de la madrugada.

-Papá son las 22:42 exactamente. ¿Cuándo pensabais decírnoslo? ¿A las 3 cuando ya tengáis que facturar? -Pienso que mi hermano no exageró al decir esas palabras, es exactamente lo que yo pensaba.

-Oye lo siento, ha sido un viaje inesperado y no me habéis dado tiempo. Quería que estuviera mamá aquí, pero me habéis preguntado y no os iba a mentir.

-Lo siento papá... Pero tienes que entender que nos moleste que os marcheis cada dos por tres.

-¿En qué quedamos? Os molesta venir con nosotros, os molesta que nos marchemos, ¡Os molesta todo! ¿Creeis que a mi me gusta dejar todo atrás cada vez que nos mudamos? ¡Claro que no! Pero es mi trabajo y nos da de comer.

-Ya se que nos da de comer, pero no nos da una vida estable.

-¿Queréis una vida estable? Muy bien, la próxima vez que tengamos que mudarnos, si tenéis un trabajo os dejaré quedaros en esta casa.

-¿En serio?

-Si.

-Pero papá, si estamos estudiando aún. -Intervine por primera vez.

-Abie, este año los dos acabáis 2° de Bachillerato, hay muchos jóvenes estudiando y trabajando. Aquí tienes una facultad de psicología, acercate y pregunta cuantas personas están trabajando a la vez que sacando la carrera. Yo me saqué la carrera trabajando, y espabilé mucho. A lo mejor es lo que os hace falta a vosotros. Espabilar con un trabajo.

**************************************

Gracias por la espera.

Muchos besos preciosidades.

Espero poder subir la semana que viene, que este finde a lo mejor estoy algo mas libre.

Os quiero criaturillas.

María Fernández. xXX


Better than wordsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora