Capítulo 6

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Mala espina...

Sofía

     Despierto con dolor de cabeza y recordé que Daniel viene, me levanto voy al baño me lavo la cara y cepillo mis dientes, voy al closet y escojo un jeans ajustado y una blusa semi transparente color verde, unas sandalias bajas, me hago una cola alta y me maquillo un poco me veo al espejo, todo en su lugar, y salgo de la habitación me voy hacia la cocina.

     Mi móvil suena, lo reviso y es una mensaje de Naty avisándome que ha salido con Ceci, comienzo a prepararme un café, vuelve a sonar mi móvil, lo reviso de nuevo y es Daniel, avisandome que ya está llegando. Me sirvo una taza de café mientras Daniel llega, enciendo el televisor y busco algo que ver y en eso suena el timbre de la puerta, nada más oírlo, las mariposas revolotean en mi estómago, hay relaciones que con el tiempo se vuelven monótonas, con la nuestra no ha sucedido así, aunque solo tenemos un año juntos, espero que sea así siempre, nos encargaremos de que así sea. Abro la puerta y allí está él...

—Hola cariño— ¡Santo Cielos! esa sonrisa y esos ojos como no voy a sentir mariposas en mi estómago, bueno, mariposas, cosquilleo, ganas de que no se vaya nunca de mi departamento, él se ha convertido en mi centro, siento que todo mi mundo gira en torno a él, ¿Cómo es esto posible?, sencillo, es único y perfecto para mi, me atrapó y ya no puedo salir de sus redes, no puedo ni quiero.

—Hola amor— Le salto encima y nos abrazamos

— ¿Cómo está?—me pregunta mientras me pega más a él y besa mi cuello y aspira mi aroma

—Bueno me acosté un rato porque estaba cansada, pero, siento que me levanté igual

— Si estás cansada, entonces vamos a llevar a mi bebé en brazos para que no camine

—  ¡Daniel!—Grito cuando me toma en sus brazos como si fuera una bebé y me lleva hasta la sala mientras me besa en los labios—No podía parar de reír, me acuesta en el mueble y se posiciona sobre mi

—Oye, esa posición es peligrosa

—Amo el peligro ¿Sabes?, y más si es en esta posición horizontal sobre la chica que amo—Suelto una carcajada

« y es bien peligrosa esta posición ya me están dando ganas de quitarte la ropa—
Abro más mis ojos con lo que dice

— Daniel, ¿nunca vas a dejar de ser un pervertido?

— Nop, contigo no puedo evitarlo, y menos si sé que te gusta que sea así— Me besa con posesividad y ansías, le sigo el ritmo, y ya la cosa se esta poniendo intensa, con calor, nos separamos, sus ojos estan oscurecidos, me imagino que los míos también, baja a mi cuello dándome más besos

— Dan, creo que debemos
parar— rueda los ojos y respira profundo

—Tienes razón— mumura mirándome a los ojos, se levanta y me ayuda a sentarme luego él lo hace a mi lado.

     Cuando Naty y yo decidimos mudarnos a este departamento acordamos en ponernos reglas y una de ellas es de no tener sexo en el departamento, por respeto a nosotras mismas, Daniel lo sabe y respeta esa regla, bueno a duras penas.

     Decidimos ver un programa de televisión.

— ¿Cómo estuvo tu día?, No me gusta verte cansada, me preocupa

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