SteveIba concentrado en la última clase de la mañana. La profesora había repartido los exámenes, y como de costumbre, no había llegado ni al aprobado tan siquiera.
Empecé a notar como algunos niños corrían en dirección afuera, donde cuando llegué habían formado un círculo mientras gritaban y reían.
No era la primera vez que pasaba algo así, pero nunca había llegado a tanto.
Probablemente sería el mismo niño capullo de siempre metiéndose con el hermano pequeño de Irina.
Normalmente ella siempre llegaba a tiempo, justo antes de que todo esto se formara, pero ese día parecía ser que no iba a ser así.
No conocía de nada al niño, pero aquella tarde de hace tres años, Irina no paró de hablar de él y de lo maravilloso que era.
Cansado de que esa misma escena se repetirse una y otra vez me acerqué hacia donde estaban todos los niños.- ¡Oye! ¡Ya está bien! - dije separando a los dos niños.
Para tener siete años pegaban bastante fuerte, y eso era notable en el maratón que tenía en la cara el hermano de Irina.
- ¡Es un pringado! - dijo el otro niño haciendo reír a los demás.
Me giré para ver al niño asustado, quien mantenía la cabeza gacha con lágrimas en los ojos y la ropa desaliñada.
- ¿Sí? Pues él será un pringado pero tú eres un abusón, niño - le dije al abusón -. ¿Sabes lo que les pasa a los abusones? Que se quedan solos y espero que es lo que te pase a ti.
Me giré para ver al hermano de Irina cuando noté como me cogía de la mano. Los otros niños se quedaron en silencio esperando a que alguno hablase.
- No quiero que volváis a meteros con él, ¿os queda claro? - dije con autoridad.
Todos los presentes asintieron con la cabeza, pero de repente un miedo en los ojos se instaló en la mirada del abusón. No me hizo falta girarme para saber de quién se trataba.
- ¡Te voy a matar! - escuché gritar a Irina.
Si había algo a lo que de verdad temía en esa escuela, era a ella. No había hablado nunca con ella directamente, pero desde aquella tarde en el parque no pude evitar fijarme en su actitud. Tenía cara de mala leche, menos cuando estaba con su hermano, desde hace unos meses siempre llegaba con algún moratón, supuse que era por alguna que otra caída en su monopatín, y no hablemos de cuando se enfadaba, tenía un año menos que yo y juro que si aquella mirada que le echó aquel día a ese niño me la hubiese echado a mi, hubiese salido corriendo sin dudarlo ni un segundo.
A Irina no le dio tiempo a acercarse tan siquiera cinco metros al niño, porque una profesora se acercó a ella para tomarla del brazo y frenarla.
- ¿Otra vez, señorita Wilson? - dijo en un tono de enfado. No era la primera vez que la tenía que separar de aquel crío - Está usted castigada.
- Señorita, Smith - dije acercándome con el hermano de Irina cogido a mi mano -. Ella no ha tenido nada que ver esta vez.
La profesora pareció meditarlo unos minutos, porque miró a Irina, quien me miraba con el ceño fruncido y con cara de pocos amigos, y luego dirigía su mirada hacia mi, dudosa.
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The way I love you [ Steve Harrington ]
Fanfiction[ Steve Harrington ] Irina vuelve a Hawkins después de tres años. En su cabeza había imaginado todo tipo de escenarios, pero, jamás hubiese esperado vivir aquella aventura. Durante esos tres años, los chicos han crecido, algunas amistades se han dis...