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Con pereza y enojo, despertó de su merecido descanso.

— Xiao Zhan-ge — llamaba el pequeño fantasma.

— ¿Qué quieres? 

— Recordé algo.

Y eso fue suficiente para que el pelinegro despertara por completo.

— ¡¿Qué recordaste?!

— Un lugar.

Zhan se sentó en su cama para levantarse, pero su mirada fue a parar directamente a su reloj.

— ¡¿No pudiste esperar a que por lo menos saliera el sol?! ¡Son las cuatro de la madrugada ShengCai! — reclamó.

— Oh... Entonces volveré después — comentó el menor desapareciendo.

El mayor soltó un rugido de frustración y volvió a acostarse hasta que su despertador sonara a la hora indicada.



Por otro lado, un pequeño fantasma, comenzaba a recorrer aquella calle de su recuerdo, le había tomado algo de tiempo encontrarla, pero al fin pudo hacerlo, estaba oscuro, y habían cosas diferentes, pero definitivamente esa era la calle que recordaba. Miró a su alrededor y siguió contando hasta encontrar aquel callejón.

Se recordaba a sí mismo corriendo y entrando a ese lugar. Levantó su mirada y allí habían unas escaleras, no recordaba eso, más bien, solo sabía que se había escondido en ese lugar.

— Se siente... Demasiado raro... Falta algo... ¡AAAH! ¡¿POR QUÉ ESTAR MUERTO ES TAN DIFÍCIL SEÑOR DE LA CREACIÓN?! — reclamó con frustración.

— Quiero encontrar a mi hermano y decirle que no lo odio... Yo no lo odio, nunca lo odié, y jamás lo odiaría... Por favor deja que mis recuerdos vuelvan y así poder encontrarlo, solo quiero encontrarlo... — habló con tristeza y agachando su cabeza.

— Pobre chico...

— Escuché que no recuerda nada, ni siquiera como murió...

— Es una pena que haya muerto tan joven, míralo... Apenas era un estudiante.

— Así funciona la vida, así es cuando la muerte llama, cuando te toca ni aunque te quites, y cuando no te toca, ni aunque te pongas... Lastimosamente a él le tocó, y no hay nada que alguien pudiera haber hecho para evitarlo, ese era su destino...

— Pues que destino tan cruel.

Era lo que comentaban los entes que podían ver al joven fantasmita caminar por los alrededores.







ShengCai... ¿Un callejón? — susurró el mayor.

Pues, unas horas más tarde, ya estaba frente al lugar que el pequeño castaño recordaba.

— Sí... Yo llegué corriendo aquí... Y antes había un contenedor de basura, y me escondí atrás — señaló el lugar donde se encontraba el contenedor en sus recuerdos.

¿Entonces estabas huyendo de alguien?

El menor le dijo una mirada entrecerrado un poco sus ojos.

¿No lo sabes verdad?— ShengCai negó.

— Eso fue lo único que pude recordar... ¿No es de mucha ayuda cierto? — preguntó, con una leve expresión de pena.

Tranquilo... Al menos esto, es una pieza del rompecabezas. Tranquilo, ya recordarás más.

El fantasmita asintió desanimado.

Vuelve a casa, yo iré a trabajar.

Nuevamente asintió, y cabizbajo comenzó a alejarse hasta desaparecer.

GHOST ▪︎ [YiZhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora