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Años atrás.

Un Wang Yibo de veintidós años, se sobresaltó al escuchar como la puerta principal era azotada con fuerza. Quitó el computador de sus piernas colocándolo sobre la cama y se levantó para salir de su habitación. Al ir por el pasillo se encontró con su hermano menor.

Y este se detuvo en seco al verlo.  Su uniforme estaba sucio, desaliñado, su cabello se encontraba un poco alborotado, y el golpe en su mejilla con un ligero tocó violáceo adornando su rostro.

— HaoW-

— Déjame en paz — determinó alejándose hacia su habitación y cerrando con fuerza la puerta.

— Otra vez... — dijo en un suspiro negando preocupado.



Yibo estaba a punto de tocar la puerta de su hermano cuando está se abrió repentinamente.

— ¿Podemos hablar? — preguntó, pero el menor solo lo miró con dureza.

Lo vio soltar un bufido y mostrar una sonrisa, hipócrita.

— ¡Claro! ¿Para que puedas meterte en cosas que no te incumben?

Sabía por qué su hermano había dicho eso, lo sabía perfectamente.

— Solo quise ayudar antes de que-

— ¡¿Acaso yo te pedí que me ayudaras?! ¡Son mis problemas no los tuyos, tú ya hiciste lo que quisiste con tu vida ahora déjame en paz a mí! — levantó la voz saliendo de su cuarto y cerrando la puerta.

— HaoWei... — llamó siguiéndolo escaleras abajo.

— HaoWei... Oye, hablemos...

— ¿Por qué no solo te largas y ya? — fue lo último que comentó antes de que saliera de la casa.





Días más tarde, la tensión que había entre los dos hermanos había disminuido. Pero, al parecer, el menor se encontraba un poco... Triste y desanimado, y esto lo preocupaba.

Se encontraba en su cuarto terminando de alistar sus últimas maletas, cuando su puerta fue tocada y posteriormente abierta con lentitud.

— G-gege... ¿Puedo... hablar contigo?

— Mhn... ¿Qué sucede? — preguntó sentándose en el filo de su cama y palmeó a su lado.

El menor terminó de ingresar y se sentó junto a su hermano. HaoWei agachó su mirada y tomó una respiración profunda antes de hablar.

— Yo... Lo-lo siento.

— ¿Por qué?

— Por... Por gritarte hace unos días... Es solo que-

— No te preocupes pequeño... No estaba enojado contigo, y admito que no tenía derecho de intervenir y tomar decisiones sobre tus problemas, pero estaba preocupado por ti. Siempre llegabas con un nuevo moretón y la verdad, me preocupaba mucho de que alguien estuviera haciéndote daño — soltó un suspiro pesado. — Mi lado sobreprotector no me hizo tomar la decisión correcta debí haber hablado contigo antes que nada.

— Tomo clases de MMA, no me golpeaban en el colegio, hasta que fuiste a hablar con la directora.

Yibo sonrió avergonzado.

— Ahora lo sé... Y lo siento mucho... ¿Amigos? — preguntó extendiendo su mano.

El menor lo miró una sonrisa adornó su rostro.

— Hermanos — respondió tomando su mano, para segundos después realizar su famoso y muy especial saludo, el cual terminó con un abrazo.

— En cuanto me establezca en Australia, te llevaré conmigo, mientras tanto, tienes que estudiar y ser un buen chico. ¿Está bien?

GHOST ▪︎ [YiZhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora