Final

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— ¿Yibo... Cómo sabías que veo ese tipo de documentales?

— ¡Oh! Un pajarito me lo dijo — sonrió. — Así cómo también me dijo que drogaste a Daniel Hsu y luego lo rociaste con alcohol para llevarlo con su mamá.

— ¡Ah, sí! — expreso Kenji al mismo tiempo que aplaudía. — ¡También que su padre lo ayudó a encubrir toda la información acerca del caso de HaoWei!

Yibo tomó su tenedor señalando con un pequeño asentimiento de cabeza.

— ¡Hum! Así como también... — habló levantándose de su asiento. — Cambió su identidad y rostro luego de que lo haya asesinado

MingTao se levantó con algo de prosa.

— ¿Acaso... Miento?... Ku Minqi.

La mirada de Yibo era feroz, fría, y al mismo tiempo vacía. Aunque su rostro era serio, hubo algo que MingTao solo él notó.

En ese rostro serio que le mostraba Wang Yibo, hubo una ligera, y de hecho, una muy imperceptible expresión. Aunque su rostro era completamente neutro, pudo ver una sonrisa, una muy diminuta.

— ¿De qué demonios estás hablando Yibo? No es gracioso — habló MingTao con enojo, pero al mismo tiempo una pequeña sonrisa.

— Solo di lo que quiero escuchar.

— Estás dem-

MingTao no pudo terminar de hablar gracias a un puño estrellándose en su rostro. Yibo abrió sus ojos sorprendido al ver que el causante de aquello haya sido Kenji. Reaccionó rápidamente atrayendo al menor hacia él y colocándolo detrás suyo mates de que hiciera algo más.

Y fue cuando pudo ver el verdadero rostro del que en algún momento llamo su amigo. Tenía una mirada aterradora, y su sonrisa ladina, parecía un psicópata... ¿Aunque tal vez, eso es lo que era?

— ¡Juré en memoria de HaoWei que en cuanto te encontrará te mataría! — expresó Kenji queriendo soltarse del brazo de Yibo que le impedía avanzar.

Y luego, todo pasó tan rápido, los clientes del lugar, los cuales eran todos policías; se levantaron de sus asientos apuntando a MingTao con sus armas cuando esté también apuntó a Yibo con una.

— ¡SUELTE EL ARMA Y LAS MANOS DONDE LAS VEA!

— ¿Un pajarito te contó? — preguntó el rubio. — ¿Enserio creíste que yo soy tan estúpido? — sonrió.

— ¡SUELTE EL ARMA! — volvió a gritar el policía.

— ¿Crees que no lo sabía?

— ¿Estás confesando? — preguntó Yibo con el miedo pesando en su pecho.

— ¿Confesar qué?

— Me estás poniendo un arma en la frente de la nada. ¿Tú qué crees?

— ¡Última advertencia! ¡Suelte el arma!

— Sé todo lo que hiciste... Deja de fingir, y solo entrégate.

Yibo escondió un poco más a Kenji detrás de él, tragó con fuerza y su mandíbula se tenso cuando vio a MingTao sujetar de mejor manera el arma en sus manos. Luego, pasó eso que todo el mundo dice que sucede cuando estás a punto de morir, comenzó a ver toda su vida como si de una película se tratase.

El rubio colocó el dedo en el gatillo y prontamente un disparo resonó por todo el lugar.

Yibo al momento de escuchar el disparo lo primero que hizo fue agacharse junto con Kenji. Su corazón latía de manera descontrolada y su respiración era agitada, la adrenalina que recorría todo su cuerpo hizo que de alguna u otra manera, dejara de escuchar, oía los gritos en forma de eco y sentía las manos del menor aferrarse a su brazo. Todo era tan... Irreal.

GHOST ▪︎ [YiZhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora