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Wang Yibo escuchaba horrorizado lo que su secretario le contaba.
¿Cómo diablos no se acordó de aquella reunión importante? ¡¿Cómo diablos fue capaz de emborracharse hasta olvidarse que tenía un compromiso millonario con un muy prestigioso presidente que lo esperaba en un muy prestigioso salón de eventos rodeado de gente muy prestigiosa?!

Soltó un gruñido tomado su cabello con frustración. Quiso gritar, porque se sentía un completo idiota, pero el dolor en su garganta se lo impidió, por lo que luego de gruñir, tosió un poco.

Lo siento... Lo siento, lo siento, lo siento mucho Xiao Zhan, debió haber sufrido un infierno por mi culpa — habló en voz baja.

Y Zhan, simplemente negó regalándole una pequeña sonrisa.

— Está bien, lo importante es que no hubo un problema mucho mayor. El presidente supo entender que... Usted está indispuesto gracias a que no se encuentra bien de salud. Todo salió bien, no se preocupe.

Yibo asintió cerrando sus ojos con alivio y suspirando ligeramente.

— Hablando de salud, debería ir al médico.

¿Por qué? — preguntó llevando una ceja.

El menor solo pudo señalar su garganta.

— Está disfónico, debería checarse.

Estoy bien

— No lo está, y ya no hablé más por favor. Mejor... — se levantó de la cama y posó su manos sobre los hombros del castaño.

Ejerció un poco de fuerza para hacer que este se acostara nuevamente, y cuando logró su cometido, tomó las sábanas para cubrirlo.

— Descanse un poco más, la mañana está muy fría y podría empeorar. Iré a la farmacia por algo para el dolor y vitaminas, espéreme aquí ¿De acuerdo?

Un Yibo con expresión desencajada asintió. Y cuando lo vio salir de su habitación, cerrando la puerta detrás sí, soltó un ligero jadeo mientras su mano se posaba en su pecho.

¿Qué diablos fue eso? — se preguntó así mismo respirando calmadamente.








— Oye Zhan-ge...

— Dime.

— ¿Es de mala educación vagar por la casa de tu jefe aún siendo un fantasma?

— Eres un fantasma, eso haces. Vagar por las casas de las personas.

— Sí pero, ¿Sabes qué es lo raro? — Zhan ladeó un poco su cabeza esperando a que le menor siguiera hablando.

— Se siente fría esa casa. Muy vacía, tenebrosa. Es como si hubiera un fantasma allí.

— Repito. Eres un fantasma ShengCai, con tu presencia ahí es muy normal que se sienta así el lugar.

El menor suspiró.

— Sí, tal vez sea por eso — comentó sin muchos ánimos.

Xiao Zhan le dijo una rápida mirada, y pudo verlo y escucharlo suspirar pesadamente. ShengCai parecía estar sumido en su propio mundo, pensando en algunas cosas que lograban hacerlo fruncir el ceño y ladear la cabeza. Volvió su mirada al camino y antes de decir cualquier cosa, mejor decidió quedarse en silencio, pues, todos tenían sus propios problemas de los cuales ocuparse, y entendía, que existían ocasiones en las que no estaban dispuestos a compartir.

Catorce de febrero.

— ¿Qué dices? — preguntó Zhan al escucharlo murmurar.

— Catorce de febrero... — repitió. — Estaba marcado en un calendario de... Creo que era mi antigua casa.

GHOST ▪︎ [YiZhan] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora