Rota, dolida y triste

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Cuando tus labios abandonaron los míos los toqué con mis dedos instintivamente, levanté mi rostro y mi mirada te encontró a centímetros de mí y descubrí que por fin había pasado, lo había superado.

Porque lo que hace meses estremecía mi cuerpo hoy simplemente no me generó nada, porque no sentí nada después de haberlo sentido todo.

Cuando me visualizaba en el futuro me veía rota, dolida y triste.

Y todo eso por ti, por el inmenso daño que me habías causado, por la manera tan cruel en la que tú un día me habías engañado, porque ese es el problema con las inseguridades, que son como un cáncer que se queda en tu cuerpo, carcomiendo la alegría y el amor propio.

Cuando dejamos de sentirnos suficientes y nos culpamos por las acciones de otras personas solo nos estamos dañando, lastimándonos. Llegué a esa conclusión porque sin importar las veces que me pregunté ¿Qué hice mal? O simplemente ¿Qué tenía ella que no tuviera yo? Jamas obtuve una respuesta, ni mucho menos me sentí mejor.

Sin embargo, siempre quise creer que después de tanta oscuridad saldría un hermoso rayo. Que después de un tiempo por muy difícil que fuera iba a superarte, miraría el futuro y vería el futuro de una mujer exitosa, con una familia exitosa, con un marido exitoso. Y no tú, uno que valorara la excelente mujer que soy, uno que me diera la misma cantidad de amor que yo le doy, uno que me hiciera sentir segura, estable, ¿pero como haría eso si aún te tenía en mi corazón? ¿acaso lograría la luna seguir brillando aunque el sol no este a su lado?

Llegó un punto en el que había perdido las esperanzas, pero cuando tus labios se despegaron de los míos no pude evitar sonreír. Sonreí porque sabía que por fin dejaría el pasado atrás, porque por fin, después de mucho tiempo me sentí viva, completa, feliz, y capaz de lograr lo que fuera.

Porque después de muchas tormentas que destruían todo a su paso, el huracán que lleva tu nombre por fin se había acabado.

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NOTA DE AUTOR: Ayyyyyyy!!!! No sé si les pasa, pero sentí una gran satisfacción mientras escribía este capítulo, es algo inexplicable, me llena muchísimo ver como todo ha ido tomando forma, como en este punto aquella chica rota que empezó esta historia ya no necesita a nadie que la ayude a sanar o que la complemente, si no que recoge sus propios pedazos y se arma ella misma.

Lo vuelvo a repetir y lo haría mil veces... "ESTOY MUY CONFORME CON EL RUMBO QUE LLEVA ESTO".

Y recuerda, que así como ella, tu puedes superar todo lo que te pasé, porque en algún punto de la guerra las heridas empiezan a cicatrizar, el dolor empieza hacerse controlable y poco a poco, aquello que te destruía perderá control de ti, y es ahí cuando todas esas noches de sufrimiento y todas esas lágrimas cobrarán sentido.

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