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narrador;

El día lunes había llegado, y con mucha flojera Gustabo se estaba levantando, tenía ojeras y su cabello estaba todo despeinado. El rubio giro su cabeza hacia a un lado y sonrió al ver a Volkov mirándolo fijamente.

— Buenos dias, bonito. — Saludo el ruso sonriendo levemente mientras se sentaba en la cama y estiraba sus brazos hacia arriba en un intento de despertar su cuerpo.

— ¿Cuáles buenos días? Debería matarte por no dejarme dormir mis horas necesarias. — Hablo Gustabo caminando hasta el closet y lo abrió para sacar su ropa.

Volkov soltó una risa y se levantó de la cama para caminar hasta donde su pareja y abrazarlo por la espalda para empezar a dejarle besos en el cuello.

— No es mi culpa que tú hayas aceptado ver todas las películas que sugerí ver. — Habló el ruso sonriendo levemente separándose del cuerpo del menor. — Iré a casa a bañarme, te espero en la puerta para irnos juntos a comisaría. — Gustabo asintió dándose vuelta para dejarle un leve bese en los labios y ver cómo Volkov sonreía y luego se iba.

El rubio soltó un bostezo y camino hasta el baño con tranquilidad, le importaba muy poco si llegaba tarde a comisaría, que más daba, si al fin y al cabo Conway lo iba a insultar y regañar por no haber ido el día de ayer o incluso por no haber ido el sábado cuando lo llamo. Es simple, Gustabo había preferido pasar más tiempos con los dos hombres que le hacían feliz, por el día compartió tiempo con su padre y en la noche había llegado Volkov a cenar, Conway no merecía la atención del rubio y este no se la iba a dar más de la cuenta.

Sin más, el menor se quito su ropa y entro a la ducha para darse un baño de agua fría y así despertar por completo.

[•••]

La pareja iba caminando a comisaría con tranquilidad, algo que Volkov nunca se había permitido, ya que llevaban veinte minutos de retraso pero eso no les preocupaba, lo que si les preocupaba era que iban a cenar el día de hoy. Al llegar a comisaría recibieron varias miradas pero le quitaron importancia y caminaron hasta los vestidores.

Gustabo al entrar a los vestidores sonrió levemente al ver que estaba vacío el lugar y camino hasta su casillero para empezar a quitarse su ropa y empezar a vestirse con su uniforme. Volkov hacia lo mismo pero de vez en cuando miraba al rubio haciendo que sus mejillas se pusieran rojas como un tomate, le sorprendía cada día la belleza que se cargaba el ojiazul y estaba contento de que fuera su novio.

Ambos terminaron de vestirse y Gustabo se acercó al mayor para abrazarlo por el cuello y hacer que el rostro del más alto este a su altura.

— Eres un ruso acosador. — Habló el menor sonriendo al ver las mejillas coloradas de su pareja. Sonrío más grande al sentir las manos de este en su cintura y como lo apegaba a su cuerpo.

— ¿Por qué? Solo miro lo que es mío. — Respondió sin más el mayor mientras sonreía y se acercaba más al rostro del contrario.

— ¿Soy tuyo? No sabía que eras un posesivo. — Preguntó juguetón el ojiazul mientras mordía levemente su labio inferior.

— Si, solamente mío. — Habló el ruso acortando la distancia de ambos y beso los pomposos labios del menor mientras lo seguía apegando a su cuerpo hasta tal punto de hacer una leve fricción entre sus cuerpos.

Gustabo sonrió entre el beso y colocó una de sus manos en la nuca del ruso para hacer el beso más profundo hasta que el sonido de la puerta de los vestidores se abrió fuertemente haciendo que la pareja se separe rápidamente con la respiración acelerada y sus rostro completamente rojos.

Gustabo puso los ojos en blanco al ver a Horacio quieto en su lugar y suspiro levemente.

— ¿Que mierda estaban haciendo? — Pregunto el de cresta con el entrecejo fruncido mientras se cruzaba de brazos.

— Que mierda te importa a ti. — Respondió Gustabo molesto, no sabía si estaba molesto por la interrupción o el hecho de que Horacio estuviera cerca de Volkov, el rubio conocía al de cresta, sabía de lo que era capaz y por ello no sería tan idiota de dejar solo al ruso con Horacio.

Volkov los miro a ambos y alzo una ceja levemente al ver cómo los dos chicos se estaban literalmente matando con la mirada hasta que Horacio volvió a hablar.

— Comisario, tiene que patrullar conmigo hoy. — Gustabo frunció el entrecejo y nego con la cabeza rápidamente.

— Vik va a patrullar conmigo. — Hablo el rubio tomando de la mano a su pareja quien miraba con una sonrisa al ojiazul.

— Lamentablemente Vik tiene que patrullar conmigo y no con-. — Gustabo rápidamente lo interrumpió.

— Lamentablemente yo solamente puedo decirle Vik, y lamentablemente va a patrullar conmigo te guste o no. — Sin más Gustabo jaló de la mano al mayor quien solo se dejó llevar por el menor y salieron de los vestuarios.

— Eres un celoso. — Habló el ruso sonriendo al ver cómo su pareja caminaba enojado.

— Cállate Viktor Volkov, no te quiero cerca de él. — Respondió el menor caminando a la armería.

— Cómo lo ordene mi bebé. — Volkov soltó una leve risa al ver cómo las mejillas del ojiazul se ponían nuevamente rojas.

— Cállate.

🐢

Hola buenas

volkabo mis papis

besos en la cola 😽

𝙑𝙤𝙙𝙠𝙖; 𝙑𝙤𝙡𝙠𝙖𝙗𝙤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora