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narrador;

Los leves jadeos de Gustabo hacían que el ruso sonriera de vez en cuando mientras mordía y dejaba algunos suaves chupetones en el cuello del rubio. Gustabo movía levemente sus caderas en el regazo del mayor haciendo que este lo tocase con aún más ganas.

El ojiazul tímidamente tomo el borde de la camiseta de su pareja para empezar a quitársela haciendo que el mayor dejase de morder y besar el cuello del rubio. Gustabo miro con sus mejillas rojas el rostro del contrario quien le sonrió feliz.

— Eres completamente hermoso, Gustabo. — Habló el mayor apegando aún más el cuerpo del contrario al suyo.

Gustabo sonrió tímidamente y rápidamente escondió su rostro en el cuello del ruso. Volkov soltó una leve risa y acarició la suave piel del menor debajo de la camiseta de este, el ruso pudo sentir como la piel de Gustabo se erizaba.

El menor tomó aire con valentía y algo nervioso empezó a dejar besos en el cuello de su pareja bajando hasta su pecho. El nerviosismo de Gustabo crecía cada vez más al sentir el duro miembro del ruso presionar por encima de la ropa con su trasero, levemente volvió a mover sus caderas mientras sentía las manos de su pareja en tocando su piel con delicadeza.

Los besos que iba dejando el rubio en el pecho del mayor se iban volviendo poco a poco en pequeñas mordidas haciendo que la piel del peligris se empiece a erizar. Gustabo sonrió feliz y empezó a dejar chupetones justo en el centro, hizo varios chupetones formando un corazón con estos, se separó levemente para mirar a su pareja que estaba tan concentrado en toquetearlo por todos lados y lo tomó del rostro con ambas manos para acercarse e intentar besar los labios de este pero el sonido del timbre hizo que Gustabo pegue un pequeño salto del susto al estar tan sumergido en la pequeña burbuja que había creado con su pareja.

Volkov miro atentamente a su pareja y desvío la mirada a la puerta principal para fruncir el entrecejo al volver a escuchar el timbre repetidas veces, un suspiro salió de sus labios y le dió una suave nalgada a su pareja para tomar su camiseta y colocarsela. Gustabo se levantó del regazo del mayor y aún con las mejillas sonrojadas caminó hasta la puerta principal aún escuchando el timbre sonar, en el camino arregló levemente su ropa y su cabello.

El rubio abrió la puerta al llegar y sonrió nervioso al ver a Armando, Jacob y Yun, el último era el que había tocado el timbre repetidas veces. Los tres miraron al rubio y Armando examinó el rostro de su hijo con atención y llevo su mirada al cuello de este dónde se dejaban ver algunos chupetones, el menor al percatarse de cómo lo miraba su padre soltó una risa más nervioso aún. Yun al ver que Gustabo no se hacía a un lado para dejarlos pasar lo tomó de la cintura haciéndolo a un lado para entrar a la casa siendo seguido por Jacob que le despeinó el cabello al rubio.

Armando suspiro y se acercó al ojiazul para abrazarlo siendo rápidamente correspondido, el mayor sintió un perfume diferente en la ropa del menor y sonrió para luego susurrarle en el oído.

— Me hace feliz que él te haga feliz. — Dicho eso, Armando se separó del abrazo y entró a la casa escuchando un grito del asiático.

— ¿No estás decepcionado? — Preguntó el rubio cerrando la puerta mientras bajaba la mirada con miedo, el mayor rápidamente se giró para mirarlo y tomarlo del rostro.

— Hagas lo que hagas no me vas a decepcionar, aparte es normal que bueno, hagas esas cosas con tu pareja. — Respondió el mayor algo incómodo por la situación pero sonreía sin parar.

— Te quiero. — Habló Gustabo abrazando al contrario fuertemente mientras se seguía escuchando de fondo los gritos del asiático que insultaba en chino.

— También te quiero, pero mejor vayamos a la sala antes de que Yun mate al ruso. — Dijo Armando soltando una risa para separarse del abrazo y caminar a la sala siendo seguido por un rubio feliz.

Al llegar a la sala vieron a Yun de pie mientras insultaba en su idioma al ruso que estaba sentado en el sofá de brazos cruzados y el entrecejo fruncido mientras que Jacob estaba de brazos cruzados apoyado en la pared.

Los tres miraron a Gustabo y Armando al escuchar la risa del rubio y Yun se cruzó de brazos.

— E'to no e' chistoso Gu'tabo, e'te gualo te dejo el cuello como si una aspiladola te hubielan pue'to allí. — Alegó el asiático mirando con enojo al ruso quien solo miraba al menor.

Jacob solo miraba en silencio al ojiazul viendo las marcas que tenía en su cuello.

🐢

Holaaaaa

Yun mami gallina KDBAKSHAJSJAJ

Besos en la cola 😽

𝙑𝙤𝙙𝙠𝙖; 𝙑𝙤𝙡𝙠𝙖𝙗𝙤 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora