Stay alive

14

No podía ser cierto, Jungkook había muerto. Lo había hecho, y todo por mi culpa. La ira invadió mi ser, no podía con esto, era más fuerte el dolor que las ganas de seguir viviendo. La vida ya no tendría sentido sin él, y más, con el peso de saber que le arrebaté la vida a la persona que amo. Soy una mierda de persona que no merece la felicidad.
Sobre la tumba de mi amor, dejo unas flores y una carta donde expreso mi amor por él, y donde le prometo que en la próxima vida nos encontraremos y seremos felices. Tomé un arma, la posicioné sobre mi cabeza, pensé una última vez en Jungkook y sin dudarlo jalé el gatillo.

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—Así fue su historia, la historia de Taehyung y Jungkook. Y ahora acá los tenemos, frente a frente, en su próxima vida. No puedo creer que esto sea verdad. Mi ancestro Min Yoongi fue el que se encargó de que la historia no se pierda, la transmitió de generación en generación, para que podamos reunirlos de nuevo. Él tenía la esperanza de que sí este hogar se convertía en un museo de historia, ambos acudirían. Y tuvo razón.
—entonces ¿nosotros dos somos esas personas?— 
—Kook, ¿no prestaste atención a toda la charla?— dije abrazandolo al ver como las lágrimas no dejaban de caer por su rostro. Había sido una historia que nos llegó al corazón. Nuestra historia.
—amor, si lo hice, pero es que me sorprendió. Lo que iba a ser una tranquila cita en un museo terminó siendo un recuerdo de nuestra vida pasada. Y duele, duele recordar lo que pasamos.
—lo entiendo amor, lo entiendo. Perdón por lo que hice en el pasado. Y agradezco haber cumplido mi última promesa, la de encontrarnos y ser felices. Te amo tanto Jungkook. En todas mis vidas, no fui nada sin ti.