El caso de Baji y Chifuyu IV

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CAPÍTULO 4

-primera parte: enero, 2018

Siendo sinceros, no sé qué día comenzó exactamente el proceso de fecundación, quiero decir, Chifuyu estuvo en la clínica toda una semana, no sé con total certeza qué día de esos siete se formó completamente el Dresden Slate en su interior y mi espermatozoide decidió ir a hacerle compañía.

Hay casos donde llegan a pasar semanas y la fecundación no se inicia, eso fue lo que le ocurrió a Hakkai (me ahorraré los honoríficos por mera comodidad), y, aunque haya empezado tarde, hace unos meses nació su hija sin el menor de los problemas (y ésa fue la primera vez que vi a Mitsuya tan emocionado, creo que cabría en la definición de "padre idiota", ya sabéis, de esos que se enamoran de su niña y la protegen con uñas y dientes de cualquier cosa).

En fin, supongo que la paternidad cambia a cualquier persona..., me aterra pensar que pueda hacer lo mismo conmigo o con Chifuyu, bueno, con Chifuyu no, él siempre ha sido un idiota sin remedio, así que un grado más en su escala de idiotez ni siquiera se notará.

Pero no es el momento de hablar de su estupidez -porque entonces no acabaría-, el caso es que desde hace unos días estoy preocupado por su comportamiento, de hecho, muy preocupado. Y eso que ya he conseguido adaptarme a sus extraños antojos (más de una vez me ha llamado al trabajo pidiéndome sandía o melón, y también me ha pedido pizza en mitad de la noche -lo que cuesta encontrar una tienda de 24h donde comprar la dichosa pizza para que al regresar él me diga: "nah, se me han ido las ganas, ¿me traes cereales?", ¡es malditamente frustrante!-).

Pero, como iba diciendo, no vengo a quejarme de sus caprichos injustamente encubiertos como "antojos", o de sus ridículos cambios de humor..., lo que me preocupa ahora es su horario. Por supuesto que desde hace un par de meses ha dejado su trabajo con Kazutora, en la tienda de mascotas, se han buscado un asistente temporal.

Así que estando actualmente en paro, reconozco que su rutina ha cambiado: ya no tiene que madrugar para organizar el inventario y tampoco tiene los días ocupados en su jornada habitual, así que comprendo que se pase las horas en la cama. Lo que no entiendo es que cuando yo regreso a casa después de pasarme el día en la cafetería, él está aún durmiendo..., si no he contado mal, duerme más de 12 horas diarias.

Sí, sé perfectamente que es de lo más común para una mujer embarazada dormir tanto, ¿supongo que también para un hombre? No puedo evitar preocuparme, es demasiado raro ver a Chifuyu sin su vitalidad, siempre correteando de un lado a otro..., ahora tarda muchísimo tiempo en hacer cualquier cosa -tanto así, que es un verdadero triunfo que suba las escaleras del edificio en menos de media hora.

Él se queja diciendo que todo su cuerpo le pesa o que sus tobillos no pueden sostenerle, otro detalle que me preocupa, Chifuyu nunca ha sido de metabolismo débil, puede que no sea muy alto, pero sí es fuerte y atlético. Para nada como es ahora, ¿cómo no preocuparme entonces?

Aunque por más que se lo he comentado a Mikey (además de mi jefe y mi amigo, es el hombre más cercano a mí que haya sido sometido a un proceso de inseminación), él me dice que es normal esa sensación de cansancio, a él mismo se le hacía imposible moverse con rapidez durante su embarazo, sé que me dice cosas como ésa para relajarme, pero esa sonrisita amable que me muestra a mí me crispa de los nervios y su "Baji-kun, serás un buen padre, no te preocupes" no mejora para nada la situación.

Es muy fácil dar mensajes de ánimo cuando tu hijastra nunca ha dado un solo problema y tus hijas tienen una personalidad tan perezosa como el padre, cumplirán 3 años en septiembre, pero ya queda claro que no serán atletas a nivel olímpico.

Como decía en un principio, las largas siestas serán de lo más normal en los genes Sano, pero en la casa Matsuno no es para nada normal..., más bien lo contrario, Chifuyu es como un niño, desde que duerme sus 8 horas se despierta como por arte de magia y no vuelve a dormir hasta que anochece (sigo sin entender de dónde saca toda esa energía, yo me canso de tan sólo verle), pero desde hace unas semanas todo eso se ha ido, y me gustaría saber a dónde.

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Admito que me he perdido bastante en mis pensamientos, es la voz de Mikey la que me saca de ellos, me echo hacia atrás en mi silla para mirarle, estaba tomando un descanso luego de meter al horno un par de pasteles, no sé cuánto tiempo me quede pensando, pero afortunadamente no se han quemado. sonríe de medio lado diciéndome que ya puedo irme, ¿qué hora es? Miro el teléfono y me sorprendo, ¿cuándo ha anochecido? ¿Cuánto tiempo llevo pensando en mis cosas? Ni siquiera he terminado los pasteles..., ah, de nuevo su voz diciéndome que puedo dejarlos así, él o Senju se encargarán de ellos.

KISEKI - Drakey/Bajifuyu/MitsuKaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora