V. El bazar de los Mil ojos y Cien oídos

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La sala estaba claramente diseñada para intimidar. Era una enorme habitación rectangular y una mesa del mismo tamaño ocupaba todo el espació. Cuando Selene entró sintió las frías e impasibles miradas de lo que eran los Doce Consejeros .

En este punto de la historia hay que hacer una pequeña acotación para que el lector  poco familiarizado con el sistema  de Luwynavia pueda seguir  la historia sin mayor dificultad. En Luwynavia, el puesto de Consejero es el mayor al que puedes aspirar ya que éstos son los  que dictan las sentencias y tejen el futuro de Luwynavia. Un puesto aún mayor, pero al que nadie comun o sin contactos puede aspirar, es el de Portavoz  puesto que se comunica directamente con el Sol. Dicho esto,  podemos proseguir.

El salón del Consejo estaba decorado con un elaborado tapiz al que Selene no prestó demasiada atención en aquel momento. Cosa de la que en un futuro no muy lejano se arrepentiría profundamente... Una gelida brisa hizo que se estremeciera, una brisa que pareció solo afectarle a ella.

                             -Nos consta que ha sufrido un ataque en la posada El ruiseñor dormido. Será, por supuesto,  una prioridad para  nosotros proporcionarle un nuevo hogar en cuanto sea posible, de hecho... - esto último lo  dijo con una sonrisa de arrogante satisfación que hizo que Selene lo mirara con un desprecio mal disimulado.- ya tenemos el lugar ideal al que irá Selene Wood. Tras un arduo trabajo en el que yo  personalment...

                             -Disculpe, - interrumpió Selene hastiada del claro orgullo que el Consejero se profesaba a si mismo. - en ningun caso desearía pecar de desconsiderada,  no es para  nada mi intención, sin embargo, ¿podría informarme ya de cual  sería mi destino?

El Consejero carraspeó contrariado, poco acostumbrado a que lo pusieran en su lugar.

                         -En ese caso... será enviada a Woods Malory, con su abuelo Barahus Wood, un aberrantólogo.- frunció ligeramente la nariz al pronunciar esa palabra.- especializado en la cura de los males provocados por éstos.- sonrió  un momento.- Ahí, al menos no se meterá en más problemas...verdad señorita...- rápidamente revisó unos papeles.-¿Verdad señorita Selene Wood?

La risita que soltó tras decir aquello dió por finalizada la extraña reunión. Selene decidió visitar el bazar de Luwynor antes de marcharse a Woods Malory.

                                                                                     ***

Los múltiples sonidos y olores marearon durante unos instantes a Selene. 

                               -Coles, coles frescas!

                              -Las mejores cervezas de Luwynavia!

                              -Jovencita...- Selene tardó solo unos instantes en comprender que se dirigían a ella. Quien le había hablado era un apuesto hombre de una tupida barba morena, con una extraña marca en la cara que hizo que Selene se quedara mirando más de lo socialmente permitido. Aun así este no se molestó. - ¿No te importaría prestar un poco de tu valioso tiempo a ayudar a un noble artesano?

Ya se sabe que cuando uno viene con tantas decoraciones para pedir un favor éste no puede ser muy honrado. Pero Selene no dudó en acompañarlo a un puestecito estrategicamente apartado del resto.

Una piedra poco pulida reposaba con discreción y Selene se interesó de inmediato por ésta.

                         -No es mi mejor trabajo...-dudó el artesano.

Selene la llamada de la Diosa (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora