l. Cuervos y Ruiseñores

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Aquella mañana en la posada no tenía nada de inusual. Selene se levantó y tras asearse bajó al jardín donde ya despuntaba el amanecer de un día más y, mirando directamente al sol, realizó sus plegarias, no pudo terminarlas ya que mirar tanto rato al sol le producía dolor de ojos, pero si que puso las ofrendas que ella misma acababa comiéndose disimuladamente. Una vez hecho esto, empezó con los quehaceres del día. Sus tíos eran dueños de una famosa posada llamada El ruiseñor dormido, que tenía muchos clientes, sobre todo al caer la noche, ya que al estar en el camino principal para llegar a Luwynor resultaba ser uno de los lugares más comunes para pasar la noche. También había viajeros que se detenían solo a cenar y continuaban el camino de noche pero éstos eran los menos comunes y, naturalmente, los que más interesaban a Selene.

                            - Qué hago para ayudar  Wendy?-preguntó Selene. Wendy era su tía que en aquel momento se peleaba afanosamente contra una cacerola sucia.

                           - Nada, hoy tienes día libre Sel - respondio Wendy con la voz quejosa por el esfuerzo - pero vuelve esta noche, son fiestas en Luwynor y vamos a necesitar tu ayuda.-exclamó antes de que Selene se marchara.

Una sonrisa se extendió por la cara de Selene mientras salía corriendo de la posada, no  es que le desagradara trabajar ahí, pero prefería mil veces quedarse en los caminos aunque, claro está, eso no se lo decía a Wendy. En esos tiempos los caminos eran cada vez más peligrosos. Los aberrantes solitarios atacaban y empezaban a desafiar al Día y, en el atardecer y a la luz de la tarde, las cosas se ponían cada vez más escabrosas. Los soldados patrullaban los caminos día y noche pero llegaban muchos rumores a la posada, soldados despedazados, soldados encontrados delirando o sin ojos. Siempre que llegaban historias como esas a la posada, curiosamente, Selene recibía muchas tareas en la cocina, lejos de los viajeros. Pero había veces que Wendy no podía alejarla de la verdad. En la última luna llena, llegó una patrulla trayendo consigo a un lechero que, queriendo acabar su trabajo, había salido de noche a pesar de las advertencias. Murmuraba palabras incoherentes y señalaba todo el rato a Selene preso de un delirio del que probablemente jamás saldría. Aun así, Selene no dudó en apostarse en los caminos expectante para hablar con el primero que llegara.

Pasaron minutos y después horas. El camino supuestamente más concurrido de Luwynavia estaba prácticamente desierto. Cuando ya se daba por vencida, la silueta de un carro a lo lejos le llamó la atención.  Estaba escoltado por cinco guardias que al verla apostada en el lateral del camino la miraron con desprecio.

                            -¿Podría indicarnos el lugar más cercano para reposar tras un tortuoso viaje?- el guardia se dirigió a ella con gelida frialdad.

                           -La posada El Ruiseñor dormido se encuentra bastante cerca...- dudó al proponer aquella idea pues los guardias la miraban con un desprecio muy marcado.

                          -Servirá.-respondió simplemente el guardia.

Selene se dispuso a guiarlos a la taberna sin saber que aquella visita cambiaría su vida. Para siempre.

                                                                                   ***

Flashback

Los únicos que se acercaban a la prisión eran los cuervos que le recordaban el mal augurio del lugar. Alba fue conducida a una celda de la Torre más alta para disuadirla de fugarse.

                          - Poneos cómoda mi dama, pues cuanto más tiempo paséis aquí mayor será el tormento que os asolará por las noches y la desesperación de vuestros despertares al despertar de una pesadilla para sumergiros en otra.- quien había pronunciado esas atormentadas palabras no se dejó ver por mucho que Alba lo intentó.

                         -Sabias palabras para alguien que languidece en una Prisión de Mil Suspiros.

                        -Tiempos bellos los que la Prisión de Mil Suspiros era un lugar de justicia...Tiempos bellos, pero tiempos pasados al fin y al cabo...- dicho esto, una acompasada respiración indicó  a Alba que su interlocutor se había dormido. No trató de despertarlo pues necesitaba pensar en todo, en su hermana y en la misteriosa marca que ésta había grabado de forma permanente en el bebé. De repente, un estruendo sacudió toda la torre, miró aterrorizada por el pequeño ventanal y vió unas jaulas de acero que eran transportadas hacia el interior de la prisión iluminadas bajo la pálida luz de la Luna. Unos ojos plateados la miraron y lo ultimo que sintió fue su piel convertirse en piedra. Bajo la luz de la Luna.

Nota de autora: Primer capítulo ya, que ilu!!! Realmente lo estoy disfrutando mucho y más planeando todo lo que  viene... ¿Quien creéis que es el misterioso preso con el que habla Alba? ¿Porque estará encerrado :o?

Pregunta: ¿Pasta o Pizza? No tiene que ver con el capitulo pero tengo curiosidad... :3 :3:3 Y finalmente, si es pizza ¿Como os posicionáis en la eterna lucha de la pizza con piña? Si soy sincera nunca la he probado... ;)

Chao Luwynavos :3

Selene la llamada de la Diosa (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora