Vll. Dorothea

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Selene observó la túnica con detenimiento, parecía la túnica de un aprendiz. Por un instante, fantasaeó con la posibilidad de ser la aprendiz de su abuelo. Estudiar aberrantes, clasificarlos... Además aquello haría más facil su tarea de acabar con todos los aberrantes de Luwynavia.

                -Conoce a tu enemigo, sé su amigo y apuñálalo por la espalda a la mínima oportunidad. Actuar así no tiene honor pero si posibilidades de sobrevivir.-pensó.

Rápidamente ojeó el libro que misteriosamente había aparecido en su cama y trató de no sentir escalofrios al pensar que alguien había estado tan cerca de ella mientras dormía. Bajó al salón con la esperanza de encontrar un refrigerio para matar el hambre  y lo encontró. Una única manzana reposaba en medio de la mesa, la tomó en sus manos y le sorprendió el frio tacto de ésta. Unos  susurros volvieron a interrumpir sus pensamientos.

Paso el día en el jardín sin nadie con quien hablar, no recibió comida alguna y empezó a impacientarse a la caida del sol. Con la mirada perdida arrancó una seta que crecía descuidadamente y blasfemó contra todos los astros al notar un pinchazo en el pecho. El hongo no parecía tener nada singular. Tenía un ligero brillo azulaceo que hizo que Selene lo identificara como un Nimhe prematuro, unas setas que al caer la noche brillaban para ahuyentar a la oscuridad. La herida que había recibido al tocar la valla de la mansión se extendió. Como una enfermedad.

                                                                       ***

El tunel tenía capas de moho y un olor a humedad. Dejar a su hermana atrás había destrozado a Agatha, pero tenía que pensar en el bulto que apretaba en su pecho. Los llantos habían cesado  pero la herida del bebé no se había desvanecido. Haría falta mucho tiempo, y aun así siempre le quedaría la cicatriz, pero...¿Aquel era el objetivo ,no? Dejar a la niña con alguna familia hasta que estuviera preparada para enfrentar su futuro...Y su pasado. Los Nimhe ahuyentaban a la oscuridad pero se  cuidó mucho de que la niña no los tocara. Tampoco parecía interesada, balbuceaba en voz baja un nombre que Agatha no entendió ni trató de entender.  Tal vez fuera el de su madre...Una luz se divisaba lejos y Agatha apretó el paso, Dorothea la estaba esperando. 

                     -¿Es la niña?- preguntó Dorothea acunandola cariñosamente, ésta de inmediato empezó a tirarle de las orejas, al parecer se divertían.

                       -SÍ. -no explicó nada más, no hacían falta más explicaciones.

                        -¿Has pensado algún lugar? Este es el futuro  de la verdad de Luwynavia, no puede quedar en  manos de unos solarianos...

Agatha le hizo un gesto  para que empezaran a andar, sumergiéndose en el bosque de las afueras del pueblo.

                         -¿Solarianos?- preguntó esbozando una sonrisa  irónica.

                         -Adoradores del sol. -aclaró Dorothea poniendo los ojos en blanco.

                         -Ya...hoy en día todos lo son  mi querida Dothy.

Dorothea torció el gesto pero no discutió. Por la verdad de aquellas palabras, por el apodo, Agatha no lo sabía.

                        -¿Conoces a Barahaus Woods, el aberrantólogo?- preguntó Agatha escogiendo muy bien sus siguientes palabras.

                        -Por supuesto!- exclamó Dorothea soltando una carcajada.- Ese viejo roble sigue igual que siempre.

                      -Tiene una hija, que tiene una posada, en los caminos. -insinuó Agatha.

                       -Oh. ¿Estas segura?

                        -Wendy, creo que se llama.

                        -Si, la conozco. Una solariana convencida. -replicó alzando una ceja Dorothea.

                        -Lo sé...pero si lográramos que viviera con Barahaus...- era  mas una pregunta a ella misma que una propuesta a Dorothea. Sabía lo que hacía falta para ello. La pregunta era: ¿Estaba dispuesta a pagar el precio...y las consecuencias?


                                                                          ***


Una figura materna esperaba con los brazos en jarra a Selene cuando por fin se decidió a entrar.

                            -Disculpe, ¿usted es quien me ha servido estos delicioso manjares?

                           -Por supuesto, te hace falta comer estás en los huesos niña. -respondió limpiandose las manos en el delantal.

                           -¿Y, cómo debo llamaros?- preguntó Selene. 

                          -Dorothea. Me llamo Dorothea.


Nota de la autora: Ay...Esto ya empieza a cobra  sentido. Las piezas del puzzle empiezan a encajar! Quiero aclarar dos cosas por si no han quedado claras ;)

Las imagenes no son mias, son imagenes de quien corresponda que tomo prestadas sin animo de lucro. Creditos a estos maravillosos artistas y a quien corresponda :)

La segunda, esta obra es inedita y por  lo tanto todos los capítulos estan bajo mi autoria. No permito plagio o adaptaciones. Espero que se respete ya que esto es un trabajo para mi que, aunque muy gratificante y que adoro, también me quita tiempo para hacer otras cosas y no desearia ver todo mi esfuerzo en manos de otra persona. Muchas gracias por entenderlo :)

Pregunta: ¿Si pudierais realizar un solo hechizo (a lo harry potter) que pediriais?

Muchas gracias por leerme, recordad votar y comentar si os gusta :)

Chao Luwynavos!!

Selene la llamada de la Diosa (BORRADOR)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora