𝐃𝐈𝐒𝐓𝐔𝐑𝐁𝐈𝐎 © [Sniper Mask ] ✓

Capítulo #9

Tragos que llevan a pasión

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Juno

      Yuka y yo retornamos nuestra búsquedad. Ya estaba empezando a creer que esas chicas estaban muertas.

Estábamos en una mesa de un auditorio. El sostenía un mapa de las posibles partes en dónde estaban.

Encendió un cigarrillo desesperado por el echo de que llevamos casi dos semanas buscándolas.

Salí del salón dirigiéndome al baño que quedaba casi al lado. Entré encerrandome en uno de los cúbiculos.

Oí los pasos de una persona, esta abrió el grifo, al parecer estaba lavandose las manos.

¿Será Yuka? No, el no entraría a un baño de chicas.

Tomé valentía para salir.

Ví que era una chica rubia con uniforme.

Me lavé las manos mirándola, vigilando que no me vaya a lastimar.

—¿Qué miras?—habló fría.

—Nada—dije secándome las manos con mi sudadera.—¿Cómo te llamas? ¿Estás sola?

La adolescente me escaneó de arriba a abajo para después hablarme.

—Mayuko, Mayuko Nise. Y no, no estoy sola.

—Juno Suzuki, un gusto. —le extendí mi mano pero no la tomó. —ok, supongo que ya te irás...

—Supones bien, adiós.

Se dió una última mirada en el espejo desapareciendo de mi vista.

Salí dirigiéndome al auditorio, encontrando a Yuka fumando apoyando su espalda en la pared mientras leía un libro.

—¿Conseguiste algo?—pregunté, el solo se alejó tirando el libro a un rincón.

—Vamos—dijo enojado.

Lo tomaré como un "no".

Caminábamos sin dirigirnos palabra alguna. El solo fumaba su cigarro. Se le van a pudrir los pulmones.

Me pregunté ¿Qué le habrá visto Yuka al cigarrillo? ¿Por qué cayó en esa adicción? Preferí guardarme esas preguntas para no incomodarlo.

Pasamos por el apartamento que inicialmente me había hospedado. Me detuve al frente de la puerta llamando a Makoto.

—¡Oye! voy a entrar a buscar cosas.—dije. El me miró dirigiendose hacia mí.

—¿Qué vas a buscar?

—Ropa, y cosas, cuando aparecí en este mundo entre a este apartamento y habían muchas cosas de mujer.

—Con cuidado. —me miró sentándose en unos sofás de cuero.

Entré dirigiéndome hacía el closet. Abrí mi mochila empezando a meter en esta ropa y lo que creía que era de utilidad.

      En mi vista se interpuso el traje de lencería que anteriormente había visto. Lo agarré entre mis manos viendolo, en el mundo real esa prenda debía  costar dinero, además de que estaba muy bonita...tal vez me la pondría para mirarme al espejo y lucirla para mí misma.

Yuka se asomó por la puerta, por lo que pegué un brinco del susto. Enseguida guardé el traje en mi bolso, que vergüenza que me viera con esa prenda erótica en mis manos.

—¿Ya terminaste?

--S-sí.

Salimos dándonos cuenta de que ya casi anochecía, por lo que nos fuimos al apartamento de Yuka.