𝐃𝐈𝐒𝐓𝐔𝐑𝐁𝐈𝐎 © [Sniper Mask ] ✓

F I N A L

Disturbio

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Narrador omnisciente

      El ruido de las máquinas médicas se hacía presente en aquel gran sitio lleno de gente, el aroma a alcohol y a implementos médicos era característico de ese lugar. La lluvia caía a montones del cielo en aquella noche helada de luna llena.

      El hospital central Seibu byoiun de aquella ciudad estaba atendiendo turnos nocturnos como de costumbre.

      La Sr. Suzuki caminaba por los largos pasillos entre la gente apresurada por la inesperada noticia que el doctor anteriormente le había dado.

      Con una taza de café negro en una de sus manos y una dona en la boca, se detuvo en la habitación 27, apartó la cortina plástica con su mano libre. Vió a la pelinegra acomodada con los ojos cerrados y las manos echas puñitos. De un momento a otro lado chica empezó a murmurar cosas y a moverse de una forma muy rara sin despertar.

      Rápidamente se dirigió hacia ella, no sin antes dejar la comida en una mesita de madera. Movió el hombro de la chica intentando que despertara de la "pesadilla" que estaba teniendo.

     Fué tanta su angustia al ver que no reaccionaba que le colocó una botella de agua fría en su mejilla para que despertara.

      Y así lo hizo.

      La joven abrió sus ojos de par en par asustada y confundida. Fué tanto así que no pronunció ni una sola palabra o quejido, solo miraba el panorama desorientada y desconcertada, sus ojos se conectaron con los de su madre, en una expresión confundida y aturdida.

      La señora al ver que la chica no emitía palabra alguna empezó hablando ella.

      —Cariño, que bueno que despertaste, me tenías preocupada...—dijo la mayor acariciando tiernamente una de las mejillas de su hija mientras sonreía aliviada.

    —¿En dónde estoy?—preguntó la pelinegra algo nerviosa.

    —Mi niña, estás en el hospital, tuviste un accidente y...

   —¿Que fecha es hoy?

     La mujer extrañada por la pregunta de su hija le respondió pensando que era efecto de los medicamentos.

    —Hoy es 23 de septiembre del 2017. Son las 2:56 am.

La muchacha abrió los ojos de la sorpresa, sus manos empezaron a templar asustada.

Estaba atónita.

      —Como lo dije antes tuviste un accidente, te caiste en medio de la calle y te golpeaste fuerte la cabeza con un escalón en la acera. Estuviste en un coma por 5 horas, casi seis.

      La chica no lo podía creer, iba a decir algo pero el doctor entró antes interrumpiendo sus palabras.

        —Buenas, al parecer ya la señorita Juno despertó, se lo dije Sr. Suzuki, su hija tiene un corazón fuerte. —empezó a revisar a la chica— adivino que ya su madre le debió haber dicho lo que le pasó, por lo que si siente algún comportamiento raro en su cuerpo no dude en decírmelo, a mí o a su madre.

Juno pensó si en decirlo o no, al final optando por la segunda opción, no quería que pensaran que estaba loca.

      El doctor salió gracias a una llamada de emergencia. Juno le pidió a su mamá que le diera tiempo a solas con ella misma, y sin negarse aceptó.

La pelinegra se acostó nuevamente pensando en todo lo que le había pasado.

      ¿Que había pasado realmente?