𝐃𝐈𝐒𝐓𝐔𝐑𝐁𝐈𝐎 © [Sniper Mask ] ✓

Capítulo #6

Ella

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Yuka Makoto

Salí de la habitación atónito. No lo podía creer, la chica con cara bonita sabía mi nombre y edad, además de que era según ella mi mejor amiga antes de la máscara.

Me senté en el sofá intentando relajarme. Estiré mis piernas y saqué mi máscara, dejándola en la mesa, al igual que mi sombrero.

Saqué de mi bolsillo la cajetilla con cigarrillos, cogiendo uno. Lo prendí llevándolo a mi boca.

Cerré mis ojos estirando mi cabeza hacia atrás, pensando en todo lo que la chica me había dicho anteriormente. Saqué el humo, mientras vertía en una copa de vidrio un poco de licor.

Dejé mi cigarro aún encendido para tomar un poco de alcohol.

Aflojé un poco mi corbata y me quité el saco. Quedándome solo con la camisa.

Pasé mis manos por mi rostro, dando un suspiro pesado. La chica, no me la podía sacar de la cabeza. En todos los aspectos.

Mierda, tendría que estar concentrado en encontrar a las dos colegialas, pero no, mis pensamientos no eran claros.

Pasé una mano por mi cabello, desordenándolo. Volví a fumar el cigarro, intentando recuperar el sueño.

Le dí una calada a mi cigarrillo mientras me levantaba con la copa en mano, dirigiéndome hacia el gran vitral mirando por este, mientras fumaba.

Tengo que conseguir más información, seguir buscando.

Juno, me sonaba el nombre. Su cara me era familiar, una parte de mi le creía, pero otra no, pensaba lo contrario, pensaba que todo lo que dijo no eran más que puras mentiras inventadas.

No, cuando confesó todo, su cara mostraba sinceridad, le iba a dar una oportunidad, pero tenía que estar pendiente.

Suspiré tomando otro trago inclinando la cabeza hacia atrás, derramando una gota fría , formando un camino que descendió por mi barbilla y cuello, perdiéndose por adentro de mi camisa blanca, acabando el líquido que yacía en la copa.

Un ruido interrumpió mis pensamientos. Era agua cayendo, ¿Se está duchando ahora? Fruncí el ceño, vaya chica extraña.

Me recosté en el sofá apoyando mi cabeza entre mis brazos, quité mis zapatos y me dispuse a dormir.

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Preparé dos tazas de café. Toqué dos veces la puerta de la habitación donde estaba Juno, oyendo un "pase" como respuesta.

Entré viéndola acostada mirando el techo. Puse la dos tazas en la mesita sentándome en una de las sillas.

—Te hize café, tienes que tener energía para hoy.

—¿Por qué, que vamos hacer?—preguntó levantándose quedando sentada en el borde de la cama, tomando la taza en sus manos.

—Buscar a las colegialas, con suerte las encontraremos. Mujer, cambiando de tema, una pregunta ¿Por qué te duchaste por segunda vez ayer?

Noté como sus mejillas tomaron un color carmesí, poniéndose nerviosa por mi pregunta.

—Y-yo, es q-que—se quedó pensando un momento— tenía...¡Calor! Si, tenía mucho calor, no podía dormir bien.

Asentí no muy convencido.

Tomábamos en silencio nuestro café. Me daba gracia como Juno lo tomaba, al estar caliente la bebida, hacia muecas raras y soplaba sacando la lengua de vez en cuando.