𝐃𝐈𝐒𝐓𝐔𝐑𝐁𝐈𝐎 © [Sniper Mask ] ✓

Capítulo #17

   

Promesa eterna...

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Juno

      Abrí mis ojos notando la ausencia de Yuka, ¿Me había quedado dormida? Salí topandome con el niño del casco, este me sonrió amablemente.

—-Hola, ¿Has visto a el enmascarado? —-- dije.

—--Ouh, no, solo lo ví salir dirigiéndose hacia allá—--extendió su brazo y su dedo índice señalando un corredor.

—--Ah, ya veo—--comenté. Me iba a dirigir a buscarlo pero otra voz femenina me detuvo.

—--Juno, te necesitamos. —- exclamó Mayuko tomándome de hombros para meterme en uno de los salones.

Entré mirando a todos sin entender.

—-¿Qué sucede?

—-Tenemos que luchar, contra los enmascarados que están bajo el poder de Mamoru Aikawa—- Sentí mi piel erizarse al escuchar su nombre, inconscientemente me abracé a mi misma tragando en grueso.

Mayuko Nise, la cuál estaba al lado mío, colocó una mano en mi hombro, mostrando apoyo. La volteé a ver, ella solo encarnó un poco sus cejas sonriendome ligeramente.

—--Oigan...—--todos me voltearon a ver—-- yo hablé con ese tal Aikawa...el me secuestró.

Mientras que Yuri se tapaba su boca sin creerlo, Kuon me miraba dudando de mí.

—-El quiere eliminar a todo candidato que esté más cerca de Dios para el ser el elegido. Estoy 100% segura de que hará todo para saber dónde estamos y matarnos. Será muy difícil, ya que el puede controlar, mhmm—-pensé un momento—-creo que 34, 36 enmascarados a la vez, está casi en el nivel máximo, pero algo lo impide, algo...o alguien—-miré a Kuon y a Yuri preocupada.

—-Vaya...—-mencionó el doctor.

—-Hay que trabajar en equipo y pelear, unidos—-lideró la peli azul poniendo una de sus manos en su cintura.

—-¡Yo ayudaré, y Ein también lo hará!—- dijo el Dr. Kazuma, la enmascarada de vestido rojo alzó un bracito diciendo: "¡Yeih!".

—-Yo igual. —-hablé dudosa. Quería ayudar y luchar por salir de aquí, pero aún tenía ese presentimiento que me advertía que no lo hiciera.

Sonreí camuflando mi temor.

Salimos de aquel salón. Unos brazos fuertes rodearon mi cuerpo alzándome.

Volteé mi mirada encontrándome con la máscara blanquecina agrietada a un lado. Lo abracé sintiendo el aliento de el en mi nuca, sonriendo igual.

Tomé su mano llevándolo de nuevo a la habitación de estilo y vibras japonesas. Cerré la puerta rápidamente. Me recargué sobre la puerta, mirando al peli negro emocionada.

Este entendió mis intenciones. Me tomó firmemente de mi caderas acorralándome en la pared. Quitó su máscara echandola en algún lado, me empezó a comer mis labios de una manera feroz y apasionada. Yo soltaba suspiros tratando de grabar este momento en mi mente.

—--Yuka—--lo llamé entre respiros acelerados.

—-¿Mhm?—-mencionó sin dejar de besar mi cuello.

—- ¿Te puedo pedir un favor atrevido?—-el asintió.

—-Dejame ser tu último y único amor.

El chico me miró a los ojos sosteniendo mi rostro con ambas manos.

Alcé mi mirada brindándole una tenue sonrisa. Esperaba a que dijera algo. Soy una persona un poco impaciente en ciertos casos.

—-Juno, tu eres y serás mi único y más grande amor. —-Sin más unió nuestros labios en un tierno beso. Un escalofrío recorrió mi piel, sentí como mis piernas y brazos se debilitaron. Me sostuve del saco de Yuka y casi al instante el me agarró de los hombros preocupado, cortando el beso.

—-Estoy bien. Tranquilo.

Agarró mis manos delicadamente encerrándolas entre las de él.

—-Tienes los dedos helados, Juno...

—-Debe ser por el frío—-quité mis manos escondiendolas en mis bolsillos—-vamos, nos deben estar esperando.

[ • • • ]

      El plan era el siguiente, mientras que Mayuko Nise y yo salíamos a pelear contra los enmascarados que estaban bajo el poder de Aikawa, los demás se distribuían por diferentes zonas en grupos, a excepción de el señor con barba fea y los adolescentes.

      Mayuko y yo caminábamos en silencio, ella iba adelante y yo unos pasos más atrás. Miraba los rascacielos por las grandes ventanas que iban pasando a medida que avanzaba. La noche era oscura, la luz que se presenciaba no tenía un punto de origen, era como el hospital abandonado de mi cuidad, este extrañamente radiaba una luz muerta amarilla que nadie sabía de dónde provenía.

La voz de Mayuko me sacó de mis pensamientos.

—-¿Tú y el francotirador son algo?—-cuestionó. Me sorprendió que no se uniera dado cuenta de que sí somos algo.

—Sí, ¿A qué va tu pregunta?

Aceleré unos pasos para quedar al lado de la rubia mientras caminábamos.

—-Verás, a Kuon le gusta el francotirador, más bien, está enamorada de él.

¿Y a mí que me importaba eso?

Iba a seguir hablando pero un estruendo nos puso en alerta a ambas. Ella sacó su navaja y yo mi ballesta poniéndonos en posición de ataque. Podía oír como unos pasos se acercaban cada vez más hacia nosotras.

Pude ver a dos enmascarados altos y formidos, los cuales cada uno sostenía una barra de metal grueso.

eran ellos...

Gracias por leer <3!