𝐃𝐈𝐒𝐓𝐔𝐑𝐁𝐈𝐎 © [Sniper Mask ] ✓

Capítulo #7

Algo más

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Juno

A pasado una semana desde que Yuka y yo nos reencontramos. Desde que apareció la otra grieta en la máscara de él se a comportado muy extraño, aunque quiere ocultármelo es más que obvio. Algunas veces me a dicho que a tenido recuerdos de su vida antes de entrar a este mundo, lo cual me emociona ya que poco a poco me va recordando.

Y con respecto a las adolescentes...no va del todo bien que digamos.

Antes de ayer casi las encontramos, pero ellas al percatarse de la presencia de Makoto huyeron como si las fuera a lastimar. ¿El? El se la paso maldiciendo y fastidiado el resto del día, vaya carácter.

Ah, y también vimos como alguien activó el cañón de riel, pero no alcanzamos a visualizar a la persona que lo ocasionó.

Qué raro.

Ya me estaba aburriendo de estar aquí. No podía hacer nada, y Yuka no era de mucha ayuda.

Estaba sentada en el borde de un edificio, sintiendo el aire fresco y mirando el solitario paisaje.

¿Será bueno que le haya dicho a Yuka que iba al baño y no a la azotea del edificio? No lo sé, necesitaba liberar mis pensamientos, estar un momento a solas, conmigo misma.

Saqué una libreta y empecé dibujar mi vista, inspirándome con las emociones que sentía en ese momento.

Pasé una mano por mi cabello haciéndolo a un lado.

Suspiré relajada, nada me podía dañar mi momento ahora, cerré mis ojos dando un respiro tranquilo.

Pero como el destino no me puede ver bien ni por un minuto.

Sentí como alguien me jaló fuerte del cuello de mi camiseta negra, levantándome en el aire.

- ¿!oh mierda es en serio?!- exclamé intentando soltarme de su agarre.

Era un hombre musculoso enmascarado, solo llevaba sus calzones.

-¿Y ahora qué, "me vas a violar"? Qué yo recuerde los enmascarados no pueden hacer eso.

Este me empezó a sacudir en el aire, maldito loco.

Revisé en mis bolsillos a ver si tenía mi navaja, oh mierda.

La había dejado sobre la mesita de noche.

Maldita sea.

El hombre me tiró de forma brusca al piso golpeándome en la cara.

Le intenté devolver el golpe pero este me dió otro más fuerte en la boca. Sentí el sabor metálico cada vez haciéndose mayor.

Quité la sangre que salía de mi labio con mis dedos.

Estaba perdida.

Agarré a el enmascarado empujándolo con mis pies, este tambaleó tanto que hasta pensé que ambos nos caeríamos del edificio, me tumbó en el frío suelo raspándome la palma de mis manos. Intenté levantarme pero recibí una patada en mi espalda provocando que mi cuerpo cayera por el precipicio.

¿Ya había llegado mi hora?

Por suerte caí en la otra columna de aquella construcción, sentí un fuerte dolor en mi espalda y cabeza. Mis piernas estaban dobladas pero no partidas y sentía un líquido tibio por debajo de mi cabeza.

No me podía mover. Intentaba pero mi cuerpo no acataba mis órdenes. Sentía un palpito en mi cabeza y gotas de sangre escurrir por mi nariz. Mi respiración era débil y mis ojos luchaban por estar abiertos. ¿Moriré ahora? No, no puedo morir sin haberme despedido de mi familia y de Yuka, y sin haber tenido un Mercedes Benz aún.