Maestro ଓKooktae

𐀔ʾʾ🗃️៹ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝗢7

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—Uhg, todo por culpa de Park Jimin —Yoongi habló enojado mientras se cruzaba de brazos.

Los tres amigos esperaban sentados frente a la oficina del director hasta que este se dignara hacerlos pasar.
Y eso que habían llegado hace cinco minutos.

—Yo no tuve la culpa, ustedes gritaron cuando se supone que saben que no lo debemos hacer. Por su culpa yo estoy aquí —Siguió Jimin, igual cruzado de piernas y brazos.

—¿Pero qué estás diciendo? —Taehyung elevó un poco su tono de voz, pero con precaución porque las oficinistas estaban cerca —Si te hubieras callado, si hubieras esperado a decirnos en la salida todo lo que pensabas del maestro y su gran bulto, no estuviéramos aquí. Pedazo de imbécil.

—Creo que apoyo a Taehyung —Min asintió —Eres mi novio, y aguanto que hables de otros hombres frente a mí, pero mira que mandarme a dirección por tu calentura...

—Libertad de expresión.

Fue lo único que contestó y los dos contrarios solo negaron, Park Jimin a veces era un caso perdido.
Después de estar esperando otros quince minutos la puerta de la oficina se abrió, pero no presisamente el director salió.

Y eso le robo suspiros hasta a Yoongi.

—¿Chicos? —Jungkook cerró la puerta y Taehyung juró que incluso las oficinistas dejaron su trabajo para verlo —¿Qué hacen aquí?.

—Pues...—Tanto Tae como Yoongi voltearon hacia el menor de todos quien sólo saludo al maestro con un movimiento de dedos y sonrisa traviesa.

—Oh, bueno,no voy a preguntar —Rió tierno ante la expresión de Park —No se preocupen, pueden irse la hora de salida esta por llegar.

—Pero, qué haremos con ellas.
Jungkook volteo hacia donde Jimin apuntó, encontrado a las chicas de oficinas quienes le sonrieron y guiñaron el ojo. Eso lo asustó por verlas tan coordinadas, pero de todos modos las saludó.

—Chicas, ellos son mis alumnos, puedo llevarmelos ¿cierto? —Todas ellas asintieron mientras soltaban una risita —Gracias. Vamos chicos.

Taehyung se levantó feliz de no estar dos horas en la oficina del director escuchando esa aburrida platica de “cómo respetar las clases de los maestros”.

Si, entendía que todos los maestros necesitaban respeto, pero es que nadie tenía un amigo como Park Jimin para poderlos distraer. Y aunque Taehyung prefería poner atención, el chisme que Jimin le contaba le ganaba por mucho.

Asi que finalmente Jimin y Yoongi se retiraron agradeciendo al maestro dejarlos salir incluso cinco minutos antes, no era mucho pero cuándo ellos estuvieran en la para de autobuses los demás alumnos apenas estarían guardando sus cosas.

Por otro lado Taehyung seguía al maestro desde atrás, solo dos pasos atrás, estaba nervioso porque obviamente Jungkook se acordó de que lo citó en su oficina y cuando sus amigos se retiraron de inmediato lo guió hasta esta.

Cuando llegaron Jungkook abrió la puerta con una pequeña llave y lo hizo pasar primero, mientras le regalaba una sonrisa, una muy hermosa.

—Siéntate donde gustes —Lo escuchó hablar y se sentó en una de las sillas frente al escritorio. Bueno, no se podía hacer mucho él quería sentarse más cerca y estaba seguro que si de Jimin se tratara ya se hubiera sentado en sus piernas, pero Jimin no estaba...

—¿Para qué me necesitaba maestro? —Habló en una pregunta finalmente después de estar por mucho tiempo en silencio.

Y le avergonzaba porque después de lo que dijo Jimin sus ojos solo se dirigían a la parte íntima de su maestro, y efectivamente...¡solo se veía un gran bulto!, por Dios, ese maestro era el paquete completo de perfección.

—Verás, cuando llegué a esta escuela tu porcentaje de conocimiento era bueno, estabas en el ochenta y dos, nada mal lo sabes. Pero este último tiempo has subido de calificación, te quería felicitar.

El menor sonrió dejando de lado sus pensamientos morbosos y se imaginó bailando “The Champions” con fuegos artificiales de fondo.

—¿Enserió? —Se mostró emocionado,y eso que no sabía su calificación.

—Ven a verlo por ti mismo.

Taehyung se levantó de inmediato aventando su mochila y se acercó a donde Jungkook para ver la computadora.

Y si, su porcentaje era de noventa y cinco... dos números más arriba que la jefa de grupo que significaba era la más lista de todos.

—Oh por Dios —Murmuró —Eso es genial —Sonrió en grande y después de ver que estaba muy, muuy, cerca de su maestro de nuevo se dirigió a su lugar. Rojo hasta las orejas.

—Lo sé —Jungkook rió curioso de la reacción de su alumno —Has avanzado mucho.

—Mi hermano me debe una ida al cine —Festejó, pero luego recordó que su hermano no cumplía ese tipo de promesas —No, olvidélo, mi hermano no es de palabra.

—¿Enserio? —El Castaño volvió a reír, ahora recargandose en el espaldar de la silla.

—Si, él prometió llevarme al cine si sacaba más del noventa por ciento en cualquier materia, pero apuesto que dirá “que su novio lo necesita” —El menor bufó.

No es que le cayera mal Hyungsik, de verdad que no lo hacía, pero algunas veces parecía que le quitaba más tiempo a su hermano de lo que una pareja normal debería tener.

Pero quién era él para impedirlo, estaban enamorados y en el amor él si que no ponía resistencia.

—Si tanto quieres ir al cine, yo puedo llevarte.

Y ahí estaba de nuevo, ya, daba igual. No iba a poner más resistencia con el maestro. ¿Oh si?.

—Ay maestro —Empezó a jugar con los dedos de sus manos —Ya le dije que no quiero quitar su tiempo fuera de la escuela.

—Y ya te dije que me gusta pasar tiempo contigo, sabes, eres mi alumno favorito y tal vez por eso lo hago. Me agradas Tae —Más de lo normal por cierto —Pero si te sientes incómodo, podemos olvidarlo.

Y cómo antes dicho, él no era nadie para impedirle cosas al amor.