𐀔ʾʾ🗃️៹ 𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 24

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Taehyung abrió los ojos lentamente, se sentía pesado pero descubrió que era gracias a que Jungkook aún tenía una de sus piernas encima suyo

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Taehyung abrió los ojos lentamente, se sentía pesado pero descubrió que era gracias a que Jungkook aún tenía una de sus piernas encima suyo.

La noche anterior solo recuerda que había caído rendido en el colchón y que Jungkook lo abrazó por la espalda dándole un abrazo tipo de oso. No le molestó, en ese momento, pero ahora que sabía lo había tenido toda la noche así sentía sus dos piernas cosquillear y aunque sonara ridículo ya no las sentía.

Así que las quitó con un poco de fuerza, ya que gracias al ejercicio que Jungkook hacia todas las mañanas sus piernas se hicieron fuertes y musculosas. No lo iba a negar, sus piernas eran las favoritas de Tae. Se enderezó y aún con los ojos entre cerrados observó todo a su alrededor.

Su ropa, junto con la de Jungkook, aún estaba tirada, los edredones igual en el piso y las cortinas entre abiertas.

Se talló los ojos y bostezó levemente estirándose con fuerza.

×××


Es que la verdad no tenía palabras, ¿qué se supone que tendría que hacer?, la noche anterior se la paso la mayoría del tiempo encima de Jungkook. Era su primera vez pero se había sentido con tanta experiencia.

Lo único que quería era salir corriendo al baño y saltar de la emoción, ahora si ya podía decir que no moriría virgen, y que aunque digan que los dioses griegos tienen el pene chico, su dios griego no lo tenía.

Era algo...irreal, de ensueño si se lo preguntaban.

Pero no, debía mantener la calma, actuar de manera tranquila.

Finalmente sintió a Jungkook moverse en su lugar, pero aún así no despertó, o eso creyó. Escuchó su estómago rugir de hambre y de inmediato el Castaño abrió uno de sus ojos.

—¿Tienes hambre? —Preguntó de repente.

—¿Qué clase de pregunta es esa...?

Taehyung se levantó de la cama, fingiendo estar indigado. Jaló la sabana de seda junto a él para no ir por la habitación desnudo y dejar a su novio expuesto. Aunque nadie entraría, de eso estaba seguro.

Después de escuchar una carcajada por parte de Jungkook entró al baño y sin cerrar la puerta se miró frente al espejo, dejó caer la sabana viendo sólo la mitad de su cuerpo en este y se quejó un poco ante las marcas en su cadera.

Frunció el ceño y pasó sus dedos, acariciando su piel blanca hasta que Jungkook abrazarlo por la espalda lo asustó.

—¿Qué tanto haces? —Comenzó el mayor dejando besos en el cuello contrario.

—Qué tanto hago... —Murmuró, quitando a Jungkook de golpe y haciéndolo reír.

Jungkook sabía que su novio estaba un poco molesto por las marcas que le dejó, sabía también que tal vez por eso se meterían en un problema si alguien llegaba a descubrirlas.

Maestro  ଓKooktae Donde viven las historias. Descúbrelo ahora